La presidenta de Navarra sostiene que la adjudicación de las obras de Belate ha sido legal, asume el informe de Intervención, cesa al director de Obras Públicas y responde a las duras acusaciones de UPN.
Las obras de Belate han vuelto a encender la tensión política en Navarra, después de que la presidenta María Chivite ha garantizado que el Gobierno foral va a continuar “con estabilidad y con diligencia”. La jefa del Ejecutivo ha defendido la legalidad de la adjudicación frente a las acusaciones de la oposición y en pleno debate por la gestión de los túneles.
La presidenta ha reiterado este miércoles que el Gobierno de Navarra “va a continuar” tras el cese del director general de Obras Públicas, Pedro López, acordado después del reparo suspensivo emitido por la Intervención General sobre el modificado de la duplicación de los túneles de Belate. Sus socios de Geroa Bai y Contigo-Zurekin habían reclamado que se asumieran “responsabilidades políticas” por este informe.
Chivite ha destacado que López “ha asumido en primera persona” esas responsabilidades y ha agradecido su actitud al dejar el cargo. Ha reconocido que se trata de “un puesto no sencillo de cubrir” y que se trata de una obra “a la que se le ha sometido a una excesiva polémica”. Además, ha denunciado que se está “instrumentalizando” el proyecto de las obras de Belate “para cercar a este gobierno”, si bien ha avanzado que espera poder anunciar un sustituto “en pocos días”.
Frente a las críticas, la presidenta ha subrayado que “no vale sólo coger una parte” del informe de la Intervención General. Ha remarcado que el interventor “también dijo que la adjudicación era plenamente legal” y ha insistido en que, si se toma como referencia al interventor, “hay que creerle en todas sus dimensiones, como lo hace el propio Gobierno”. De esta forma, ha defendido de nuevo la legalidad de la adjudicación de las obras de Belate.
En respuesta a las palabras de la presidenta de UPN, Cristina Ibarrola, que ha interpretado el cese como “reconocimiento de indicios de corrupción”, Chivite ha contestado que “no se ha leído ni un solo informe”. Ha recordado que la Intervención General señala que “la tramitación administrativa no ha sido la correcta”, pero mantiene que “la adjudicación fue plenamente legal”, diferenciando entre los procedimientos seguidos y el fondo del contrato.
Según ha explicado, desde un punto de vista técnico “las modificaciones han sido necesarias”, aunque “la tramitación administrativa no ha sido la más adecuada”. Chivite ha recalcado que el Ejecutivo “acata el informe” y ha anunciado que se van a reforzar los “mecanismos de control” de la obra, con presencia de la Intervención General en todas las decisiones relevantes, el cambio de la dirección facultativa externa y el relevo en la Dirección General de Obras Públicas.
La presidenta ha detallado que la Intervención General sí ha aprobado “varias” de las modificaciones del proyecto, en concreto unas 12 de las 15 planteadas, que “se van a poder pagar porque no han sido motivo de reparo suspensivo”. Ha señalado que, a partir de ahora, el procedimiento se va a seguir “con absoluta diligencia” y que la propia Intervención ya ha marcado los criterios sobre cómo continuar con los pagos para que los trabajos en los túneles de Belate no se detengan.
Chivite ha recordado además que se trata de “una obra que lleva más de 20 años de retraso” y que Navarra está incumpliendo una directiva europea de seguridad. Ha insistido en que “ningún gobierno anterior ha querido acometer” esta actuación, pese a la amenaza de que la UE pueda ordenar el cierre del túnel si no se ejecuta la inversión. Por eso ha reivindicado el “compromiso con la seguridad” del actual Ejecutivo y su voluntad de culminar las obras de Belate.
Sobre el cese de Pedro López, la presidenta ha apuntado que las decisiones sobre las modificaciones “venían desde la Dirección General de Obras Públicas”. Ha querido “agradecer la labor” que ha desarrollado durante estos años y ha admitido que “hay que asumir responsabilidades cuando a veces las actuaciones no se atienen” a lo que fija la Intervención General.
En el plano político, Chivite ha acusado a la oposición de estar centrada únicamente en reclamar “elecciones”. Ha afirmado que decisiones como el relevo en Obras Públicas “no las va a compartir” porque, a su juicio, “lo único que quieren es que haya elecciones”. Ha añadido que “no tienen ninguna propuesta para Navarra” y ha reiterado que el Ejecutivo foral “va a continuar, y lo va a hacer con estabilidad y con diligencia”.
La respuesta más dura desde la oposición ha llegado de la presidenta de UPN, Cristina Ibarrola, que ha utilizado su cuenta de X para cuestionar de raíz el relato del Gobierno. A su juicio, “la adjudicación entera de las obras de Belate, y no solo el sobrecoste, apestan a corrupción”, y considera que “la máxima responsable política es ella: María Chivite Navascués”. Ibarrola ha interpretado las declaraciones de la presidenta como las de una dirigente “desesperada”.
En ese mensaje, Ibarrola ha ido más allá al advertir de que “sus pagos a Cerdán acabarán hundiéndola”, en referencia a la polémica que rodea el contrato de las obras de Belate. Con este ataque, la líder de UPN ha endurecido el tono contra la presidenta y ha situado de nuevo esta adjudicación en el centro del pulso político en Navarra.
