La Presidenta de Navarra, María Chivite, se ha montado un bochornoso 'sarao' en el que ha reunido a los principales cargos nombrados a dedo para pedirles una obviedad: que trabajen por Navarra.
Así, ha juntado en el salón de actos de la Filmoteca de Navarra a sus consejeros, sus jefes de gabinete, sus directores generales y los gerentes de las distintas sociedades públicas, todos ellos nombrados por la presidenta a dedo, para solicitarles “que escuchen, que entiendan y que respondan”.
El bochornoso acto se ha convertido además en un ejercicio propagandístico desde el momento en el que el Gabinete de Comunicación del Ejecutivo foral lo ha convertido en noticia y le ha dado cauce a través de todos los canales oficiales de que dispone.
En el transcurso de esta jornada, calificada por Chivite como "“positiva, e incluso necesaria”, dado que es la única oportunidad a lo largo del año en la que todo el personal directivo de Gobierno de Navarra puede coincidir, se ha hablado de "reforzar la 'marca Navarra' para “atraer y fidelizar inversiones y talento”.
La presidenta, sin hacer la más mínima autocrítica ha vuelto a culpar de la pérdida de competitividad y estatus de Navarra "a toda una serie de retos inesperados, como la pandemia o la guerra en Ucrania", y ha deseado animado a su equipo directivo "en esta tarea que tenemos por delante. Una tarea que será dura y compleja, pero que también conlleva el honor del servicio público a nuestra comunidad”.
