El Sindicato Médico de Navarra (SMN) ha alertado sobre el "deterioro progresivo de la sanidad navarra" y la "falta de medidas efectivas" para revertir la situación del Departamento de Salud, al que ha acusado de actuar "como un pollo sin cabeza".
"Si no se hace nada, la situación no se mantiene, empeora, y eso es lo que realmente ha sucedido", ha asegurado este viernes el secretario general del SMN, Alberto Pérez, en una comparecencia parlamentaria en la que ha destacado el incremento de los costes, las listas de espera y la creciente contratación de seguros privados en Navarra como señales del deterioro.
Pérez ha criticado que en el pasado se tachara al sindicato de "alarmista e interesado" cuando denunciaba las deficiencias en el sistema sanitario: "Nos llamaban peseteros y otras barbaridades, pero ahora la situación es tan evidente que ni siquiera hace falta que lo denuncie el Sindicato Médico".
Ha señalado que "el problema de las listas de espera y del deterioro general de la sanidad pública no son solo cifras ni titulares de prensa; estamos hablando de vidas”, ya que “los retrasos diagnósticos y las oportunidades perdidas tienen un impacto directo en la salud".
En cuanto a los recursos humanos, Pérez ha explicado que Navarra cuenta con una de las tasas más altas de médicos por habitante en España, algo que "no se traduce en una atención adecuada debido a la mala organización".
Asimismo, ha indicado que el presupuesto sanitario en Navarra es de los más altos del país, pero que, "a pesar de contar con más de mil millones de euros extras en los últimos cinco años, no se han logrado los resultados esperados".
El sindicato ha advertido sobre el aumento de las vacantes de médicos sin cubrir: "En junio de 2024 había 73 plazas vacantes de médicos en Navarra; para septiembre ya eran 89".
Además, ha denunciado la sobrecarga laboral de los médicos, quienes "trabajan como si fueran 2,7 personas debido a las horas extra no compensadas y no cotizadas".
Ante esta situación, el SMN ha reclamado medidas urgentes y ha puesto de ejemplo algunas iniciativas de Euskadi y La Rioja, como las mejoras en las retribuciones, la conciliación, la flexibilidad de horarios y el desplazamiento dentro de la jornada laboral.
Asimismo, ha propuesto ajustar las agendas de los médicos, realizar una campaña educativa para el uso adecuado de los recursos sanitarios y mejorar las condiciones laborales, incluyendo un sistema de fichaje que permita contabilizar las horas efectivas de trabajo.
Finalmente, Pérez ha concluido denunciando una "tendencia política hacia la degradación de los facultativos" y ha señalado que la reciente Ley Foral de Salud "es un fraude", ya que "permite desplazamientos de médicos sin compensación y abre la puerta a una posible privatización del sistema sanitario".
"Falta el coraje para tomar decisiones arriesgadas", ha denunciado, y ha insistido en que "la inacción política solo agravará la crisis en el sector sanitario".
En el turno de los grupos, Leticia San Martín (UPN) ha criticado al Departamento porque "nos dice que todos los problemas son por falta de médicos, pero a la vez nos traslada que no faltan, sino que hay que distribuirlos".
Irene Royo (PP) ha denunciado la "excesiva soberbia" del Gobierno y ha lamentado que, "en lugar de escuchar nuestras propuestas, se nos ha tratado con desprecio", mientras que, desde Vox, Maite Nosti ha subrayado la falta de médicos, indicando que "no se cuenta con el número necesario".
La socialista Maite Esporrín ha manifestado no ver "el vaso tan vacío como se había planteado" y ha destacado que "la ciudadanía valora la sanidad por encima de 7".
Txomin González (EH Bildu) ha reconocido el "estrés importante" de la sanidad y ha abogado por buscar "equilibrios y consensos" entre el personal y las fuerzas políticas, e Isabel Aranburu, de Geroa Bai, ha negado que la sanidad navarra esté mal, defendiendo la "valentía del Departamento para no decir amén a cualquier propuesta".
Por último, Daniel López (Contigo-Zurekin) ha insistido en que "los políticos no quieren degradar la imagen de los médicos", a los que ha considerado "principales actores" de la sanidad.
