El PSOE de Pamplona ha vuelto a ejecutar el voto de obediencia impuesto por María Chivite, Santos Cerdán y Pedro Sánchez y ha firmado con los proetarras el acuerdo que permitirá al alcalde de Pamplona, de Bildu, sacar adelante los presupuestos de la ciudad para 2025.
Dicho acuerdo forma parte de uno más global por el cual los socialistas arrebataron la alcaldía a UPN para regalársela a los proetarras, los nacionalistas vascos del PNV y la ultraizquierda radical de Contigo Navarra. Asimismo, forma parte también de un acuerdo superior, por el cual María Chivite se mantiene al frente del Gobierno de Navarra con la estabilidad que le proporcionan los proetarras y que vincula a estos a la aprobación de las cuentas generales de Navarra.
Por último, forma también parte de un acuerdo a más alta escala todavía, por el cual el exterrorista Arnaldo Otegui garantiza a Pedro Sánchez su continuidad al frente del Gobierno de España a cambio de la ley que va a permitir excarcelar a asesinos etarras antes del cumplimiento íntegro de sus condenas en España, o de la alcaldía de Pamplona, entre otros muchos acuerdos ocultos que los socialistas jamás han desvelado.
Con el acuerdo firmado en el Ayuntamiento de Pamplona, el alcalde proetarra entrega cuatro millones de euros al grupo socialista de Pamplona para que éste presente enmiendas a conveniencia, de manera que le sea rentable el haber prestado sus votos a las cuentas.
Por parte del equipo de gobierno han rubricado este acuerdo el alcalde de Pamplona, Joseba Asirón, en nombre de EH Bildu, así como los portavoces de los grupos municipales de Geroa Bai, Mikel Armendáriz, y Contigo, Txema Mauleón Echeverría. Por parte del PSN lo ha hecho Marina Curiel, portavoz del grupo Socialistas del Ayuntamiento de Pamplona.
El acuerdo obliga a los grupos firmantes a votar en contra de cualquier posible enmienda que no haya sido presentada por ellos, independientemente de que sea buena o mala para la ciudad. Asimismo, obliga a los grupos del equipo de gobierno a aprobar las enmiendas que presenten los socialistas sin ni siquiera leerlas, es decir, diciendo amén.
