Las calles de Pamplona no se han teñido de blanco y rojo en este 6 de julio tan atípico para todos los pamploneses y amantes de San Fermín.
Sin embargo, algún que otro nostálgico no ha podido evitar pasear por la Plaza del Castillo como si las fiestas fueran a comenzar.
Hemos hablado con varias de estas personas que nos han querido transmitir cómo están viviendo estos 'no Sanfermines'.
"No hay fiestas y eso lo tenemos claro, pero eso no quita para que los sentimientos que tenemos podamos expresarlos con tranquilidad, respeto y, evidentemente, siguiendo las medidas de seguridad", cuenta Fermín, que esta mañana ha almorzado con su cuadrilla y a las 12 se ha puesto el pañuelico.
"Para mí es muy triste. Vamos a dar una vuelta y estamos haciendo alguna foto para recordarlo más tarde. Estamos por aquí para ver algo diferente, respetamos las medidas y tenemos miedo pero son Sanfermines...", declara Sonia, que pasea junto con su marido por la Plaza del Castillo.
Nina se ha juntado con su cuadrilla como un día cualquiera para almorzar, pero a las 12 se han ido a las afueras a una zona más tranquila: "No queremos contagiarnos, por eso hemos venido antes que está todo más tranquilo", dice.
Conforme se han ido acercando las 12 del mediodía, la plaza ha empezado a tener algo más de vida, pero nada en comparación con otros años por estas fechas.
En ese momento, se han oído varios cohetes lanzados desde distintos balcones al grito de '¡Viva San Fermín!' y seguidos por los cánticos de algún nostálgico que tendrá que esperar al año que viene para celebrar "las fiestas de esta gloriosa ciudad".
