Será un 6 de julio que prácticamente nadie olvidará y menos aún aquellos, unas 400 personas, que han acudido a las doce del mediodía a la plaza del Ayuntamiento de Pamplona.
Uno de los fieles que ha acudido, como cada año, al Ayuntamiento ha sido Juan Cuesta, vecino del barrio de la Chantrea.
"Hay que estar aquí, aunque sea con pena. Con mucha pena por la desgracia que ha ocurrido y estamos viviendo todos. Aunque solo sea testimonial, intentaremos levantar el pañuelico lo más alto posible", cuenta.
El pamplones señala que se ha respetado el ambiente gracias a las fuerzas de seguridad que han controlado el acceso a la plaza, para que así no entrara más gente del cupo establecido. "Con las personas que estamos es suficiente para rendir a nuestro patrón que es San Fermín", añade.
"La gente es respetuosa y va a respetar, aunque eso no quiere decir que igual no haya quien se salte las normas. Siempre hay gente de esa y aquí no va a ser menos", apunta.
Cuesta afirma que Pamplona debe ser un ejemplo de tolerancia y respeto de cara a todo el foco nacional e internacional.
"Estos Sanfermines no se van a olvidar jamás, incluso me estoy emocionando ahora mismo. Tengo la carne de pollo o de gallina (ríe). Estoy emocionado al ver esto", concluye.
DE MADRID A PAMPLONA COMO TRADICIÓN
Ana Belén, Patricia y Begoña son tres madrileñas que no se pierden unos Sanfermines y en esta ocasión tampoco iban a ser menos.
"No podíamos faltar, venimos siempre. La gente está siendo muy responsable, se están respetando los espacios con mascarillas y además se ha controlado el aforo.
Además siendo el cumpleaños de una de ellas, la celebración durante este 6 de julio será doble. El plan del trío madrileño es almorzar en algún restaurante de Pamplona y disfrutar de sus terrazas.
"En ningún momento habíamos dudado con venir. Sabíamos que aquí las medidas necesarias de seguridad se iban a cumplir con responsabilidad. Si hubiera venido mucha gente quizá deberíamos haber cambiado de plan, pero como no ha sido así lo hemos mantenido", cuentan.
EL CHUPINAZO HUMANO
Uno de los protagonistas a las doce del mediodía ha sido Alfonso Baigorri, un vecino de Ablitas al que el Chupinazo le ha pillado en Pamplona por casualidad.
"Venía para el cásting de un programa de televisión y al enterrme que coincidía con el día 6 me he acercado para curiosear lo que había", explica.
Cuando el reloj marcaba las 11:55 horas, Baigorri ha gritado ¡Viva San Fermín! ¡Gora San Fermín! ante la multitud, los cuales le han acompañado en sus gritos.
"Le he preguntado a un policía municipal a ver si podía gritar, se me ha echado a reír y entonces me he animado. No tenía previsto gritar, ha sido sobre la marcha", comenta.
El vecino de Ablitas cuenta que había más periodistas y policías que gente, un ambiente extraño en comparación con la clásica postal que tiene un Chupinazo.
"En un rato tengo el cásting y después me iré a casa, si no no hubiera venid. He estado dudando en si gritar o no, pero así siempre podré decir que yo he echado el Chupinazo de los Sanfermines de 2020", concluye.