El 8 de julio de hace 40 años, un ganadero presagió que había hasta 4 veces más corredores que en un día normal y la carrera acabó con un trágico montón.
La capilla de San Fermín ha celebrado este sábado 8 de julio una misa en recuerdo de José Joaquín Esparza, el joven que con tan solo 17 años perdió la vida durante un encierro en los Sanfermines de hace 40 años. Sus padres y hermanas junto con sus amigos han estado presentes en el emotivo homenaje.
José Joaquín había terminado COU en el Colegio Irabia y tenía en mente matricularse en el Instituto Nacional de Educación Física. A pesar de su corta edad, era un veterano atleta y además jugaba en el juvenil Osasuna B. Sin embargo todo se tornó negro el 8 de julio de 1977. Joaquín decidió correr en el encierro de ese día, que lo protagonizaba la ganadería Miura.
Antes del inicio del evento, un ganadero aventuró que "había 4 veces más de corredores que el día anterior", cosa que pareció ser cierta cuando, se formó un montón en el callejón de entrada a la plaza de toros ante una avalancha de corredores entre los que se encontraba Joaquín.
Los toros llegaron al callejón y pasaron por encima de los amontonados; fue ahí cuando el joven Joaquín falleció. La autopsia reveló en aquel momento que la muerte pudo deberse al aplastamiento de uno de los toros.
Aquella tarde de 1977, en la Plaza de Toros se guardó un minuto de silencio con la plaza puesta en pie. Las peñas organizaron una colecta para ayudar a la familia, recaudando hasta 1.127.000 pesetas. El funeral tuvo lugar en la Chantrea, y fue oficiado por el Arzobispo.
