El Chupinazo de San Fermín 2025 ha vuelto a teñir de blanco y rojo el corazón de Pamplona, pero lo ha hecho envuelto en la controversia política impulsada por los sectores afines al alcalde Joseba Asirón (EH Bildu).
Los encargados de prender la mecha del cohete que marca el inicio de las fiestas han sido los representantes de la plataforma Yala Nafarroa con Palestina, un colectivo elegido por votación popular tras recibir el respaldo de los partidos del entorno abertzale.
Lidón Soriano Segarra, Dyna Kharrat Juanbeltz y Eduardo Ibero Albo han salido al balcón del Ayuntamiento minutos antes del mediodía para dirigirse a la abarrotada Plaza Consistorial.
Entre miles de pañuelos rojos alzados, han pronunciado el tradicional "¡Viva San Fermín! Gora San Fermín!", pero uno de los miembros del colectivo, Lidón Soriano, ha ido más allá y ha gritado también "Free Palestine", rompiendo el protocolo que impide añadir frases políticas al mensaje oficial del Chupinazo.
El gesto no ha sido casual. La plataforma Yala Nafarroa fue promovida y avalada por el entorno de EH Bildu y ha utilizado su presencia en el acto más simbólico de los Sanfermines para trasladar un mensaje político internacional en plena plaza del Ayuntamiento.
La asociación reivindica el "fin del genocidio en Gaza" y su activismo se enmarca en una estrategia de visibilización del conflicto palestino desde Navarra, incluso en actos institucionales como el arranque de las fiestas más universales.
Durante el lanzamiento del cohete, en la plaza se han visto también banderas palestinas y pancartas de apoyo a la causa, algo que no ha pasado desapercibido para una parte de los asistentes.
El uso del Chupinazo como altavoz político ha vuelto a dividir a la ciudadanía, que cada año reclama que el momento más esperado de los Sanfermines se mantenga libre de discursos ideológicos y centrado en la celebración.
El decreto de Alcaldía que regula el acto es claro: los lanzadores deben ceñirse al mensaje tradicional sin añadir otras consignas. Sin embargo, el equipo de Asirón ha vuelto a permitir una excepción que carga de simbolismo político el arranque de las fiestas.
Con este acto, han comenzado oficialmente 204 horas de fiesta ininterrumpida que concluirán el próximo 14 de julio con el tradicional 'Pobre de mí'. Mientras tanto, la polémica vuelve a marcar la actualidad de los Sanfermines, no solo por el color del pañuelo, sino también por el uso que se hace del balcón del Ayuntamiento.