Las fiestas de San Fermín 2024 en Pamplona, y especialmente los encierros por las calles del casco viejo, no se pueden entender sin la colaboración de muchos voluntarios que trabajan para evitar males mayores en las fiestas.
La Cruz Roja es una de esas asociaciones que trabajan de forma incansable en estas fechas tan queridas, y otra es la DYA que también ayuda con varios puestos en el recorrido del encierro pamplonés, con un total de 30 personas.
De hecho, DYA Navarra realizó un total de 80 atenciones en la primera noche de los Sanfermines. De ellos, 19 fueron trasladadas a centros sanitarios. Tras el primer encierro con toros de la Palmosilla, trasladó a un corredores al HUN y dos al centro doctor San Martín.
Navarra.com ha querido pulsar la opinión de uno de los voluntarios más antiguos de la DYA. Se trata de Ramón García Gracia, un pamplonés de 52 años que lleva de voluntario de la DYA "desde 1993, 31 años".
En este tiempo "he sido responsable del grupo de rescate acuático, de montaña, y principalmente de socorrista sanitario. Cuando son Sanfermines, lógicamente estamos atendiendo en la carrera. Me acuerdo que desde que se implantó el control de vidrios en 2010, ha sido un antes y un después."
"Las heridas por corte de vidrio prácticamente quedaron nulas. Montábamos unos box en el pasadizo de la Jacoba y era un chorreo de gente para coser con médicos. Eso se acabó. Hay cortes, pero no es lo que había antes", asegura.
Ramón señala que acuden al encierro "porque hay mucha actividad, muchas urgencias y eso para un voluntario es lo que que quiere de alguna forma. Es una escuela de aprendizaje."
Les asignan varios tramos: "Dos en la Bajada de Javier, otro en el Mercado de Santo Domingo, otro en la cuesta de Santo Domingo, y donde nos vayan asignando. El año pasado hubo 986 atenciones en todos los Sanfermines y este año el primer día hubo 80".
Estos Sanfermines van en la tónica habitual: "Depende mucho de la ganadería. Yo digo que peligrosos son todos los toros. Es peor el fin de semana por la cantidad de gente que hay", asegura Ramón.
En cuanto a su tiempo que libre en las fiestas, señala: "Desde 2010, el día 6 lo utilizo para salir, el único día. Hay turnos y nos gustan los turnos de noche y los encierros. Atenciones hay muchas. Lo que he notado es una brutalidad de descenso en los cortes de vidrio", indica el voluntario de la DYA.
La familia "ya me entiende porque no solo son Sanfermines, es todo el año. En Navidad hay que dejar la cena y hacer un rescate. Lo llevamos en la sangre. Mi hermana es enfermera y estaba en la DYA, mi cuñado también, mi primo también y nos viene de familia", concluye Ramón García.
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