Han llegado desde Madrid y tienen pensado permanecer en Pamplona hasta el fin de semana. Uno es informático, otro ha hecho estudios de televisión y todos preferirían ganarse la vida de otra manera. "Pero esto es lo que hay, no queda otra cosa".
Residentes en Madrid, uno de ellos, peruano, se ha hecho con los disfraces de los conocidos perritos de La Patrulla Canina, de gran éxito entre los más pequeños. Los alquila a sus amigos por 10 euros la hora a cada uno, aproximadamente, aunque reconocen que en San Fermín las cosas van mejor que en otros lugares. Hasta Pamplona han traído 3 muñecos, que les sirven para llamar la atención de los niños.
"No es lo mismo esta fiesta, con este ambiente, que estar en la puerta del sol de Madrid. Incluso en otras fiestas han llegado a agredirnos, hemos sentido miedo", declaran Rubén y Gorka, ambos madrileños, en la treintena y sin trabajo estable.
No piden dinero, simplemente la voluntad. "Hay gente que nos da dinero sin ni siquiera haberse hecho la foto, algo que nos ha sorprendido de Pamplona", mantienen.
Han buscado algún piso para poder dormir después de más de 12 horas de trabajo, de hacerse fotos con los niños y tratar de agradar a los pamploneses y sus visitantes. "Estamos contentos, nos han tratado muy bien y se nota que en Pamplona y en San Fermín las personas son muy respetuosas. Estamos contentos de haber venido", mantienen.
El fuerte calor de estos días les ha beneficiado en cuanto al número de personas en la calle, pero les ha complicado su trabajo por el calor del traje.