Un grupo de 27 personas de Entidad Formem, la federación portuguesa de centros de Formación Profesional y Empleo de las personas con discapacidad, ha visitado este martes Anfas y Tasubinsa, con el objetivo de compartir experiencias y generar sinergias de trabajo, cooperación y colaboración.
Este grupo, que los días anteriores visitó también otras entidades como Ampros (Cantabria) y Gorabide (País Vasco) ha estado en el centro de Orkoien de Tasubinsa, donde se ha interesado por el trabajo que se realiza en el centro especial de empleo, por el servicio que se presta desde el centro ocupacional y por el nuevo proyecto piloto de atención al envejecimiento de los centros de Orkoien y Beriáin.
En Anfas, además, estas personas han conocido de cerca los más de 30 servicios que se prestan desde esta entidad (y que cubren todas las etapas de la vida de las personas con discapacidad intelectual o con trastornos del desarrollo, desde desarrollo infantil hasta tercera edad y envejecimiento prematuro, pasando por formación y capacitación, viviendas y apoyo a la vida independiente y ocio y cultura) en sus centros de Pintor Maeztu y Pedro I de Pamplona.
Estos profesionales han sido recibidos por Javier Goldáraz, presidente de ambas entidades, Javier Lagunas, director gerente de Tasubinsa, y por diferentes profesionales. Todos ellos han participado en un intercambio de experiencias, conocimientos y buenas prácticas con Anfas y Tasubinsa para mejorar la labor que se realiza por parte de todas las entidades participantes.
La entidad Formem es una organización no gubernamental, creada en 1991 por cerca de 60 entidades privadas que desarrollan la formación profesional permanente y el empleo dirigido a personas con discapacidad.
Las empresas asociadas de Formem son organizaciones que trabajan en atención directa, en las áreas de la formación profesional y empleo, directamente con las personas con discapacidad. Esta visita ha tenido lugar a través del encuentro sobre discapacidad realizado en el Instituto Universitario de Integración en la Comunidad (INICO) de Salamanca, donde esta entidad tuvo conocimiento del trabajo que se realiza en Anfas y Tasubinsa.
Les interesaba, sobre todo, un intercambio de indicadores y buenas prácticas de cara a mejorar su gestión así como establecer lazos de colaboración para la puesta en marcha de posibles proyectos a nivel europeo.