El arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Francisco Pérez, ha recordado este domingo los "sufrimientos" provocados por la situación en países como Ucrania o Mali y ha destacado que "Dios no ha venido a suprimir el dolor, ni siquiera a explicarlo" sino a "llenarlo con su presencia".
Así se ha pronunciado en su homilía durante la misa celebrada en la explanada del Castillo de Javier en el marco de una primera Javierada "ansiada y deseada por todos puesto que hemos pasado unos años donde el Covid-19 nos ha llevado a sentir y a vivir la ausencia de las Javieradas" que tuvieron que suspenderse en 2020 y 2021 debido a la pandemia. "Nos sentimos felices de poder peregrinar a Javier y honrar a San Francisco en esta primera Javierada", ha celebrado.
"Dentro de cada sufrimiento experimentado por el ser humano, y también en lo profundo del mundo del sufrimiento, aparece inevitablemente la pregunta: ¿Por qué? ¿Por qué el mal en el mundo? ¿Por qué las guerras?", ha expresado el arzobispo. "Es una pregunta a la que no sabemos dar una respuesta según piden nuestras categorías racionales. No se entiende", ha remarcado.
"La apetencia del ser humano moderno es la de ser dichoso, buscando en la dicha la evitación del dolor y no en la profundización de su existencia. El progreso le hace sentirse responsable ante la historia, pero se niega a sentirse responsable ante Dios", ha manifestado Pérez, que ha asegurado que "una de las grandes ausencias que el ser humano sufre hoy es la falta de conciencia de la trascendencia".
El arzobispo de Pamplona ha destacado que la explicación al dolor y el sufrimiento "la encontramos en Jesucristo" cuando grita desde la cruz "Dios mío, ¿por qué me has abandonado?". "Es el momento en el que atrae todos los gritos de la humanidad", ha resaltado Pérez, que ha destacado que "ahora también Jesucristo atrae todos los sufrimientos con lo que está sucediendo en Ucrania o en Mali o en muchos lugares del mundo o en nuestra sociedad o en nuestra familia o en ese dolor que te presiona ahora".
"Dios no ha venido a suprimir el dolor, ni siquiera a explicarlo. Pero sí ha venido a llenarlo con su presencia", ha manifestado Pérez, que ha añadido que "el sentido profundo de cada dolor o sufrimiento está asumido desde la cruz por Jesucristo". "No hay nada que sea comparable al amor de Jesucristo y sólo en ese amor podemos sobrellevar con fortaleza los quehaceres de cada día", ha recalcado.
Francisco Pérez ha finalizado recordando el año jubilar de San Francisco Javier, que se inició el pasado 4 de marzo, y que "nos ayudará para poner más a tono nuestra vida según el designio de Dios".
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