Las excavaciones han sacado a la luz diversos enterramientos y las huellas superpuestas de dos templos anteriores al actual, el más antiguo, del siglo X.
El departamento de Cultura y Deporte del Gobierno de Navarra ha organizado visitas guiadas para el próximo sábado, día 18 de enero, a la iglesia del monasterio de Irache, con motivo de los trabajos arqueológicos que se vienen realizando desde hace cuatro meses y que han dado como resultado el afloramiento de la cimentación de tres iglesias superpuestas.
Las visitas contarán con personal del Servicio de Patrimonio Histórico y se han estructurado en grupos de un máximo de 20 personas cada uno, en horario de 10, 11, 12 y 13 horas. Se podrá concertar plaza hasta completar las disponibles en el teléfono 848426090, en horario de oficina, de 8 a 14.30 horas, y no se permitirán más de dos reservas por llamada. No está prevista la visita de personas con movilidad reducida por las dificultades en el acceso y tránsito por el edificio.
Las obras de excavación en el monasterio de Irache comenzaron en el mes de septiembre para conocer los restos de una construcción anterior constatada por un informe de georradar efectuado en el 2017.
Los trabajos dieron lugar a la aparición de la cimentación de tres iglesias superpuestas: la que actualmente está a la vista es de mediados del siglo XII a comienzos del siglo XIII. Una segunda iglesia, posiblemente del siglo XI, aunque su cronología exacta es difícil de establecer. Y una edificación anterior con una sola nave, que pudiera corresponder al siglo X, aunque es complejo precisar su fecha de construcción o fundación.
Además de estas estructuras, la excavación ha sacado a la luz una tapa de sarcófago con una inscripción en la que se hace referencia a Teudano, primer abad conocido del monasterio de Irache.
Las excavaciones han descubierto una enorme cantidad de enterramientos de muy diversa época. Los más recientes se encuentran relacionados con el uso del monasterio de Irache, primero como hospital de guerra por el ejército de Napoleón y, posteriormente, como hospital de sangre durante la Segunda Guerra Carlista. En los trabajos llevados a cabo apenas han salido monedas, nada de ajuar en enterramientos y ningún utensilio.
