El cineasta
Iñaki Arteta, autor de una amplia filmografía documental sobre el
terrorismo vasco, ha advertido del efecto perverso que puede ocasionar en las nuevas generaciones los
mensajes "confusos y peligrosos" que sobre
ETA y su historial sanguinario lanzan ahora los gobiernos central y vasco.
"En el momento en que vivimos, es lo peor porque los chavales absorben principalmente todo lo que ven y escuchan en los medios de comunicación", ha analizado Arteta (Bilbao, 1959) antes de estrenar el
documental "Bajo el silencio", este martes en el festival de Valladolid, dentro de la sección Tiempo de Historia.
Expresiones como 'lucha armada' o 'presos políticos', ha puesto entre otros ejemplos, "caen como una lluvia fina entre a juventud y hacen mucho daño", hasta el punto de
distorsionar la realidad mediante el empleo de un
lenguaje y unas actitudes "que ofenden a las víctimas, a la ciudadanía y a la sociedad", ha explicado a Efe.
Esta situación podría explicar, entre otras causas, que una
mayoría de los jóvenes, según una reciente encuesta,
desconozca quién fue
Miguel Ángel Blanco, el concejal del PP en Ermua (Bizkaia) asesinado por ETA en 1997, cuya trágica muerte movilizó sin precedentes a la sociedad española contra la barbarie terrorista.
A ello también contribuye el
tratamiento del terrorismo en los colegios, "donde se despacha en los libros de Bachillerato con veinte párrafos que empiezan con Franco, hablan de Carrero Blanco y terminan con Miguel Ángel Blanco", ha lamentado este realizador, fotógrafo y reportero de cine y televisión.
"Da muy
mala sensación lo que se está transmitiendo en la educación de los jóvenes: los padres no han contado nada a sus hijos porque no quieren que sufran como lo han hecho ellos y prefieren que lo hagan en el colegio, mientras que en los colegios le pasan la pelota a los padres", ha reflexionado.
La conclusión es que a las nuevas generaciones "se les está hurtando, aunque sea mínimamente, un conocimiento del terrorismo en las informaciones de clase sobre la historia reciente de nuestro país", ha abundado con el resultado de que "
no tienen ni idea de nada sobre algo que ha sido
muy grave y que ha incidido transversalmente" en numerosos ámbitos.
La cultura y las actitudes de los gobiernos ante las víctimas de la violencia, ante los terroristas y las negociaciones "han estado
atravesadas por la violencia", ha insistido.
En
"Bajo el silencio", el
sexto documental de
Arteta centrado en este asunto, aborda la cuestión desde el punto de vista "de los perpetradores, desde el otro lado de la raya", con testimonios de terroristas arrepentidos o responsables de crímenes que ocupan puestos institucionales en ayuntamientos o en la universidad.
"Es una especie de mosaico de qué es lo que piensan de su mundo, del pasado, de lo que han hecho y de su situación en la sociedad actual", ha precisado, "con la intención de
reflexionar, abrir debates y nuevos pensamientos sobre un asunto muy espinoso", ha apostillado.
Es otra manera de
acercarse a un tema que ya ha analizado,
desde otras perspectivas, en "Voces sin libertad" (2004), "Trece entre mil" (2005), "El infierno vasco" (2008), "1980" (2014) y "Contra la impunidad" (2016).
Al acercarse ahora al mundo radical, abertzale y etarra, ha proseguido, pretende "
aproximarse lo máximo a la verdad, el porqué, quién y qué hizo cada uno", cuando se acaban de cumplir nueve años del cese de la violencia terrorista (alto el fuego o cese de la lucha armada, según la semántica etarra) y aún quedan más de trescientos asesinatos sin resolver.