SOCIEDAD
Expertos en cooperación internacional alertan de la necesidad de que la tecnología digital sea más humana
El Palau Macaya ha reunido a expertos internacionales que apuestan por una tecnología ética, inclusiva y centrada en las personas.

El Palau Macaya de la Fundación ”la Caixa”, reconocido por la UNESCO como Centro Internacional de Ciencias Humanas y Sociales, ha acogido la conferencia ¿Puede la innovación digital estimular una cooperación al desarrollo más transformadora?, donde expertos internacionales han analizado el papel de las tecnologías emergentes en la cooperación global. La sesión se ha enmarcado dentro del Encuentro anual Work4Progress (W4P), una iniciativa de la entidad que impulsa proyectos de innovación social en India, Mozambique, Perú y Colombia.
El economista José Moisés Martín Carretero, director general del Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI), ha abierto el debate recordando que, según la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), “la innovación tecnológica es esencial, pero debe ponerse al servicio del desarrollo social”. Ha subrayado que el gran reto actual consiste en “fortalecer las capacidades humanas para que la digitalización empodere a las comunidades”.
Martín ha señalado además que el modelo de Silicon Valley “ha dejado de ser un referente inspirador”, ya que “ha ralentizado la verdadera capacidad de innovación” y ha insistido en la necesidad de nuevos modelos de cooperación que prioricen las necesidades locales. “Hay que redefinir el uso ético de la tecnología y evitar que se convierta en una herramienta de control. Las personas deben estar en el centro”, ha destacado.
La mesa de debate, moderada por Gorka Espiau, director científico de Work4Progress y del Agirre Lehendakaria Center, ha contado con la participación de Kasia Odrozek, de la UNESCO, y Shrashtant Patara, director ejecutivo de Development Alternatives (DA), con sede en Nueva Delhi.
Odrozek ha analizado la Inteligencia Artificial (IA) como “arma de doble filo”. Según la experta, la IA for good, bien aplicada, puede ser una herramienta poderosa en cooperación internacional, pero ha advertido de los riesgos de su uso comercial: “Hay que proteger la cultura y la creatividad frente a la automatización”.
Por su parte, Patara ha explicado cómo la tecnología ha transformado el tejido productivo local en regiones como Uttar Pradesh (India) gracias a sistemas de etiquetado y empaquetado que han fortalecido la economía local. “El programa Work4Progress apuesta por un modelo horizontal y colaborativo, en el que los actores clave interactúan en comunidad, alejándose de las estructuras verticales de Silicon Valley”, ha afirmado.
Martín ha coincidido en esta reflexión, criticando que “las grandes compañías no generan valor, lo capturan”, lo que “oculta los daños que dejan tras su paso”.
Entre las nuevas herramientas digitales destacadas, Odrozek ha mencionado Common Voice, una plataforma de software libre para crear bases de datos de voz y texto, como ejemplo de gobernanza ética de los datos. Patara ha subrayado también el papel de tecnologías como los drones en el desarrollo de prototipos locales, mientras Martín ha recordado que las instituciones que financian la cooperación internacional “deben asumir riesgos y promover programas más experimentales”.
El programa Work4Progress actúa precisamente como un catalizador de innovación social y económica, multiplicando el impacto de los proyectos que impulsa junto a organizaciones locales.
En las conclusiones, los expertos han coincidido en la necesidad de una escucha real entre la comunidad tecnológica y la social, trabajar con las comunidades —no para ellas— y lograr que la tecnología digital sea más humana.
El Encuentro anual Work4Progress, celebrado en CosmoCaixa los días 7, 8 y 9 de octubre, ha reunido a representantes de India, Mozambique, Perú y Colombia, además de expertos internacionales como Graham MacMillan, presidente de la Fundación Visa, con la que “la Caixa” impulsa el programa en Colombia.
Work4Progress promueve la creación de empleo inclusivo y sostenible, con atención especial a mujeres y jóvenes en situación de vulnerabilidad. Según datos de la OIT, la tasa mundial de desempleo juvenil fue del 13 % en 2023, aunque las mujeres jóvenes continúan en desventaja: el 28,1 % no estudian ni trabajan, frente al 13,1 % de los hombres.
El Palau Macaya, diseñado por Puig i Cadafalch, se inauguró como centro de pensamiento en 2012 y en 2024 obtuvo el reconocimiento de la UNESCO como primer Centro Internacional de Ciencias Humanas y Sociales de España. Actualmente, funciona como un espacio de reflexión global que promueve el diálogo sobre los grandes retos sociales, económicos y medioambientales de nuestro tiempo.