Se llama Rubén Mendi, se dedica al turismo rural en su pueblo navarro de Valtierra y su afición es el cultivo de la calabaza, hortaliza de la que se siente "enamorado" y con la que acaba de deslumbrar a Portugal al ganar un concurso con un ejemplar gigante de 825 kilos.
Fue en la localidad de Paredes, ubicada en la región de Oporto, donde el pasado fin de semana compitió contra agricultores lusos y españoles.
En una entrevista telefónica con la Agencia EFE, Mendi confiesa que el secreto no es otro que conseguir que "las plantas no sufran estrés".
Hay muchos factores, especialmente en el período de engorde, que 'estresan'a las plantas, explica, tales como la temperatura, el viento, el exceso de abono o las plagas, entre otros muchos.
Una tormenta puede acabar con el período de engorde de la calabaza ya que, si sus raíces tienen mucha agua, se quedan sin el oxígeno necesario.
Además de ganar en Portugal, donde se llevó un premio en metálico de 1.200 euros, hace diez días se impuso en otro concurso en España con un ejemplar de 990,5 kilos, aunque no alcanzó su último récord en territorio español, que se anotó con una de 921,5 kilos.
UN HUERTO EN VALTIERRA DE 400 METROS CUADRADOS
En Valtierra, Rubén tiene un huerto de 400 metros cuadrados con todo tipo de utensilios y muy bien acondicionado, ya que "se trata de un trabajo muy exigente, no lo pones y sale porque sale, hay que trabajar mucho", insiste el hortelano.
Es necesario controlar el nivel de abono, el riego automatizado por goteo y analizar de la tierra para recolectar las gigantescas calabazas.
La variedad cultivada por los concursantes de este tipo de convocatorias es la denominada "Atlantic Giant", de origen norteamericano y que "en los últimos 25 años se ha ido seleccionando para lograr pesos cada vez mayores".
Cultiva calabazas por mero divertimento, porque "me desestresa", explica Mendi, que se inició en esta afición hace once años.
Su deseo, confiesa, es batir el récord del mundo que tiene un belga que logró un ejemplar que alcanzó los 1.191 kilos, aunque adelanta que piensa descansar el próximo año.
Eso sí, se siente "concienciado" para que batir la marca en unos dos o tres años.
Mientras tanto, los visitantes de Valtierra pueden recrearse con las calabazas de Rubén que, tras los concursos, se exponen en diferentes centros y en las casas de turismo rural que regenta en el parque navarro de Bardenas.
Y pasado un tiempo prudencial, el destino final de las gigantescas hortalizas son las vacas, ya que son comestibles y un buen alimento para el vacuno.
Su próxima cita, en Sant Feliu de Codinas (Barcelona), donde competirá con otra calabaza gigante, aunque de peso inferior a la de Portugal.
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