El periodista Joaquín Ortigosa Ocón (Pamplona 1959) acudió este miércoles 17 de febrero al centro de RTVE en Navarra en su último día de trabajo. Es otro de los 'históricos' de Telenavarra cuyo rostro ya no podremos ver a partir de ahora en los programas informativos.
Hace apenas dos semanas que también se jubiló su compañero Javier Ansó Castillo, exdirector del centro. A primeros de septiembre fue Pablo Ramos Requetibate, una de las voces más conocidas de RNE Navarra.
Ortigosa atiende a Navarra.com con amabilidad nada más salir este viernes de una comida con antiguos compañeros de la televisión jubilados. "Hemos pasado un buen rato recordando los buenos momentos, que es lo que te llevas al final".
Ortigosa está casado y tiene dos hijos y un nieto. Es licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra. Fue redactor jefe del periódico “Navarra Hoy” entre 1982 y 1984. A continuación, pasó a desempeñar el puesto de redactor jefe de “La Gaceta del Norte” los años 1984 y 1985.
En 1985 obtuvo plaza por concurso y hasta 1989 fue redactor de TVE en Bilbao. En 1989 se trasladó al centro de RTVE en Navarra, en donde ejerció como jefe de Informativos y de Programas de TVE hasta 1996.
Entre los años 1996 y 2003 fue jefe del gabinete del consejero de Economía y Hacienda del Gobierno de Navarra con José María Aracama y Francisco Iribarren. En las legislaturas 2003-2007 y 2007-2011 fue director general de Comunicación y de la Oficina del Portavoz del Gobierno de Navarra con Miguel Sanz.
El 18 de julio de 2011 fue nombrado asesor de la presidenta de Navarra, Yolanda Barcina Angulo. El 30 de marzo de 2015 pasó a trabajar para la campaña de Javier Esparza que era el nuevo candidato de UPN a las elecciones forales, donde Uxue Barkos alcanzó la presidencia del Gobierno con Geroa Bai.
Después de un largo paréntesis de 19 años trabajando para diferentes cargos de UPN, Ortigosa volvió en 2015 a su puesto en Telenavarra hasta 2022.
El último día de trabajo fue un día dentro de la normalidad. "Me tocó hacer la crónica del Parlamento y la sensación esa de que haces la última crónica y la despedida de los compañeros. Fue emotivo, pero con mucha tranquilidad y te da un poco de vértigo dejarlo".
Hoy se jubila Joaquín Ortigosa, el mejor compañero que he podido tener en @RTVENavarra, ejemplo de periodismo honesto y riguroso. Se va un gran profesional, pero me queda su ejemplo. Cómo te voy a echar de menos Joaquín!!! pic.twitter.com/kPcOgEFXWG
— Conchín Fernández (@conchin2006) February 17, 2022
Ortigosa es crítico con lo que se ha encontrado: "Es el momento de irnos. Esto ha cambiado mucho. La televisión que hacemos no me gusta, pero es la televisión que hay. Tan de Twitter, tan rápida. Seguramente soy un viejo dinosaurio. Hay que dejar sitio a la gente joven", asegura.
"Yo lo que he notado al volver en esta segunda etapa es que he hecho informaciones muy breves. Me considero un redactor y cada vez escribimos menos y todo tiene que ser muy corto y muy picadito". asegura Ortigosa.
"He tenido que hacer crónicas de 80 o 90 segundos en esta pandemia y meter a cuatro catedráticos de epidemiología que los sacas de sus casas para hacer declaraciones y les metes ocho o nueve segundos. Me daba vergüenza. Pero es la televisión que tenemos ahora, todo muy frenético".
Otra novedad que apunta han sido los directos: "En mis tiempos era muy caro y ahora se ha abaratado tanto que se hacen directos a todas horas, cuando el libro de estilo de RTVE dice que hay que hacerlo cuando esté pasando algo en ese momento", señala.
"Los realizadores te dicen que debes moverte y hacer aspavientos. Siempre me he negado a eso y debe ser que soy de otra época. Además no creo que eso de audiencia. La gente joven no ve la televisión. Alguien se tendrá que replantear esto y se ha renunciado a la entrevista. La televisión debe ser para que la gente de mérito que tiene cosas que contar y no vamos por ese camino ahora", comenta.
En su etapa profesional ha tocado nada menos que 20 años la comunicación en el ejecutivo foral: "Entré en el gobierno para tres años y estuve veinte. Quien esté en esos cargos debe haber sido periodista antes porque sabes qué hay que hacer. Pero con el tiempo noté un cambio tremendo", explica.
"Primero entraban periodistas y luego entró gente joven que eran muy 'marketinianos' y se promocionaban a sí mismos. Ellos eran el producto. Luego llegó la época de los teléfonos, del Twitter y las redes sociales. Con Barcina, eso condicionaba todo. Estaban todos muy frenéticos, crispados y condicionados con el Twitter y el trending topic. Necesitamos más sosiego, hacer las cosas con más calma y más fondo", asegura Ortigosa.
Los mejores momentos fueron los primeros. "Aquí llegamos muy ilusionados en el 84. Íbamos a hacer la BBC y había mucha ilusión. Gané una oposiciones en Bilbao donde no me conocía nadie y llegué aquí y me hicieron jefe. Trabajamos con mucha ilusión con la España de las autonomías. Fue una época muy bonita. Me temo que ahora queremos hacer la Sexta, con todos los respetos, y la Sexta ya la hacen ellos", reflexiona el periodista.
"Nos hemos contaminado por los criterios de la privada. Da pena porque tenemos un estudio tremendo en el centro territorial donde hacíamos programas y ya no se hacen. Hay que replantearse qué debe ser la televisión pública. Se dejan pasar los años y por inercia no se ataca el problema. Cada vez hay menos tiempo. Pero tampoco creo que RTVE deba hacer programas por competir con las privadas, que yo definiría al borde de la telebasura", asegura Joaquín Ortigosa.
En cuanto a los peores momentos que ha pasado trabajando, asegura: "Sin duda el peor momento fue en el año 96 cuando estuve amenazado por ETA. Nos echaban cócteles molotov al despacho del jefe de informativos. La Guardia Civil me pidió que no trajera a mis hijos en coche al colegio. Conseguí una escopeta porque yo vivo en un pueblo y ETA había comprado lanzagranadas", recuerda al tiempo que asegura que recibió "solidaridad de los medios de toda España".
Ortigosa explica que al regresar a la actividad periodística en 2015 tuvo que coincidir con políticos de EH Bildu como Adolfo Araiz, que en sus años de Herri Batasuna abogó por extender los asesinatos de ETA a periodistas y políticos. "Coincidí con él y si yo hubiera sido asesinado, como asesinaron a mi compañero Gregorio Ordoñez que estudió conmigo, estaría justificando mi muerte", reflexiona.
Ortigosa asegura que se ha llevado muy bien con todos los políticos: "No he tenido ningún problema, pero es que esto ha cambiado brutalmente porque entonces éramos la única televisión. Nos veían 90.000 espectadores".
"Telenavarra era el segundo medio de referencia en Navarra y había una presión tremenda con el problema del terrorismo, el mundo abertzale. Ahora nos hemos diluido y la televisión ha dejado de tener el poder que tenía y es más relajado. Los políticos antes estaban obsesionados con nosotros y ahora se ha relajado mucho", asegura Ortigosa.
Ortigosa no duda en analizar temas de actualidad , como la polémica de Sayas y Adanero en UPN: "Estamos con el eterno dilema de la teoría del quesito. Yo siempre les decía que UPN debía ser como el PNV pero sin ikurriña. Tener una ejecutiva operativa, reducida, el buscar la mayoría. Mis jefes eran más partidarios del pacto con el PSOE"-
"Hace falta un liderazgo más decidido e ir a por todas y sobre todo lanzar un mensaje a la gente coherente y sin grandes giros. Lo que he visto ahora es que UPN va en una dirección y de repente les dice a los parlamentarios que voten en la otra. Si me tengo que posicionar estoy más con lo que han hecho Adanero y Sayas que con la dirección", asegura Ortigosa.
En cuanto a la última polémica entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso, afirma: "Días como estos son apasionantes para el periodista, pero también son muy tristes. No sé qué le pasa a Pablo Casado. Pero le falta liderazgo y confianza en sí mismo".
"Cuando tienes activos como Cayetana Álvarez de Toledo o Díaz Ayuso hay que aprovecharlos y aprovecharte tú para darte impulso. La triste conclusión es que la gente solo piensa en sí mismo y es la condición humana. El líder se reúne con un grupo reducido que le da siempre la razón", asegura Joaquín Ortigosa.
