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SOCIEDAD

Nuevos avances en la investigación de la Policía sobre un atentado de ETA en Navarra sin esclarecer

En el atentado, producido en 2003, perdieron la vida dos agentes de la Policía Nacional. 

Homenaje en Sangüesa a Bonifacio Martín y Julián Embid, agentes de la Policía Nacional asesinados por ETA en 2003. ARCHIVO
Homenaje en Sangüesa a Bonifacio Martín y Julián Embid, agentes de la Policía Nacional asesinados por ETA en 2003. ARCHIVO

La Policía ha concluido en un informe que no hay "pruebas o indicios" de que Garikoitz Aspiazu Rubina, Txeroki, integrara "el máximo nivel de dirección de ETA" en el momento del atentado contra dos agentes de la Policía Nacional en Sangüesa el 30 de mayo de 2003, pese a que sí tenía "cierto nivel de responsabilidad".

La Comisaría General de Información de la Policía ha remitido un nuevo informe a la Audiencia Nacional sobre la composición de la estructura de mando de ETA en el momento del asesinato de los policías Julián Embid y Bonifacio Martín.

El informe, al que ha tenido acceso EFE, se enmarca en la investigación que dirige el juez Francisco de Jorge de la querella que presentó la asociación de víctimas Dignidad y Justicia contra ocho exjefes de ETA, entre ellos Txeroki, por su presunta responsabilidad como miembro de la "cadena de mando jerárquico" en el atentado.

Como en otros informes similares, la Policía explica que el comité ejecutivo de ETA o Zuba adoptaba "las decisiones estratégicas y en muchas ocasiones tácticas" de la banda terrorista, es decir, su línea "estratégica política y militar" y también "el diseño, la planificación, la coordinación, dirección y en ocasiones también la orden o autorización de realizar los atentados terroristas" que ejecutaban los comandos.

El 30 de mayo de 2003 formaban parte de las estructuras de esa Zuba, según la Policía, Juan Fernández Iradi, Susper; Gorka Palacios; Félix Ignacio Esparza; Mikel Albisu, Antza; Ramón Sagarzazu; Soledad Iparraguirre, Anboto; e Ignacio López de Vergara, contra quien no se dirige la querella.

Sin embargo, los agentes no han visto pruebas de que Txeroki, entonces responsable del "subaparato de formación", o Aitzol Iriondo -contra quienes sí se dirigía la querella- "formaran parte del máximo nivel de dirección de ETA siendo miembros de ZUBA", aunque "si tenían un cierto nivel de responsabilidad dentro de las estructuras de la organización".

Por el contrario, sí que han visto "ciertos indicios de la posible relación con el atentado de Sangüesa de los miembros liberados del comando Basajaun", Miren Itxaso Zaldua y Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, Ata, a quienes el juez imputó este año.

Carrera Sarobe fue recientemente condenado por asesinato del presidente del PP de Aragón Manuel Giménez Abad en 2001, un atentado del que fue absuelta Zaldua al concluir el tribunal que no había pruebas para situarla en ese comando ni se podía afirmar que el atentado fuese perpetrado por el mismo.

En su informe sobre el atentado de Sangüesa, la Policía no ha hallado "datos suficientes para afirmar ni excluir la participación material" de Garikoitz Arruarte y Gorka Loran, aunque indica que "pudiera ser posible".

Los agentes afirman que la Zuba, que "ejercía un control total sobre los actos de sus militantes", planificó y dirigió "las llamadas operaciones especiales" como la que se desplegó contra las Fuerzas de Seguridad y militares, dentro de una estructura de ETA "casi de naturaleza militar" en la que "las órdenes de cada responsable se acataban" y respondían "a un plan elaborado por la cabeza de la organización", el comité ejecutivo.


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