Cada una contienen pizzas con sabores nuevos e ingredientes totalmente navarros.
La primavera y el verano son algunas de las épocas favoritas para hacer una escapada dentro de Navarra. Con la llegada de estas fechas, la Comunidad Foral ofrece una gran variedad de planes que combinan naturaleza, gastronomía y tranquilidad.
Más allá de las rutas de senderismo o las visitas a pueblos con encanto, también hay espacio para descubrir propuestas originales como las pizzerías rurales situadas en entornos naturales, donde disfrutar de una cocina casera y de calidad rodeados de paisajes únicos.
En el corazón de Tierra Estella, rodeadas de senderos, hayedos y miradores naturales, dos pizzerías rurales ofrecen una propuesta gastronómica original para quienes busquen un plan distinto en Navarra.
Se trata de La Panpinela, en Eraul, y El Molino, en Larraona, dos restaurantes con encanto en entornos privilegiados que combinan cocina casera, ingredientes locales y un producto tan universal como la pizza.
En Eraul, un pequeño pueblo situado al oeste del Valle de Yerri, se encuentra La Panpinela, un restaurante levantado desde cero por Unai Torregrosa y Mariela Goñi. Desde su apertura, se ha convertido en un destino imprescindible para quienes visitan la zona, no solo por su cocina, sino también por su ubicación, con una terraza que ofrece vistas panorámicas del valle.
La carta de La Panpinela incluye tres entrantes, cerca de 20 pizzas diferentes y tres postres caseros. Entre los platos, destacan ingredientes con sabor navarro como el espárrago, el tomate de huerta o la mousse de foie.
En el apartado de pizzas, la oferta va desde las más clásicas, como la de jamón york, hasta creaciones más originales como 'Las de Larrion', con hummus en lugar de mozzarella, cebolla, pimiento verde, champiñones, calabacín y olivas negras. Todas ellas comparten una base de tomate, mozzarella, aceite de oliva y orégano, y también están disponibles en versión sin gluten.
De postre, se puede elegir entre cuajada, mousse de limón o brownie de chocolate, además de una cuidada selección de tés e infusiones. Abren de Semana Santa al puente del Pilar, los viernes por la noche, sábados y domingos todo el día, así como vísperas de festivos por la noche y festivos todo el día. Pese a su amplia terraza, es necesario reservar con antelación, ya que suelen colgar el cartel de completo.
Además, quienes se acerquen a Eraul pueden disfrutar de la ruta circular al mirador de Lazkua y monte Altikogaña, un paseo que permite conocer el entorno natural del municipio con vistas privilegiadas desde lo alto del monte.
Al otro lado de la Reserva Natural de Basaula, en las afueras del pequeño pueblo de Larraona, se encuentra la pizzería El Molino, ubicada en la casa familiar de sus propietarias: Arantza, Paula y Patricia. Formadas con Jesús Marquina, campeón pizzero y referente en la materia, han creado un estilo propio que combina productos locales navarros con ingredientes clásicos de la cocina italiana.
Su carta incluye seis entrantes, cuatro ensaladas, quince pizzas y cinco postres. Las pizzas se dividen en dos grandes grupos: clásicas, con cinco recetas tradicionales, y gourmet, con propuestas originales que incorporan ingredientes como crema de bogavante, trufa o cigalas. En los postres, la apuesta también es por lo casero: tarta de queso, tiramisú o helados artesanos.
El Molino abre los viernes de 20:00 a 00:00 horas, y los sábados y domingos en horario de comida y cena, de 13:00 a 16:30 horas y de nuevo a partir de las 20:00 horas. Para reservar es necesario llamar al 678 79 00 03, ya que la alta demanda obliga a reservar con antelación.
El entorno de Larraona también invita al paseo y la desconexión. El municipio está rodeado de un paisaje de robledales, hayedos y senderos señalizados que permiten descubrir lugares como la fuente de Itxako, el barranco de la Cuba o el bosque de Altzania, parte de la red de espacios naturales de Navarra.
