Navarra cuenta con más de un millar de ermitas repartidas por todo el territorio. Se trata de santuarios o capillas situados, por lo común, en despoblados. Muchas de ellas son admiradas por su arquitectura. Otras, emplazadas en parajes de ensueño, son la excusa perfecta para realizar una excursión y disfrutar del paisaje navarro.
Te proponemos un recorrido por diez de las ermitas más bonitas de la Comunidad foral. Aunque muchas de ellas permanecen cerradas por dentro, salvo en días puntuales, invitan a conocer su entorno rural y los montes navarros.
La cima del monte Beriain es una de las cumbres más espectaculares de Navarra y la más alta del valle de Sakana. En concreto, tiene 1.494 metros de altura y desde arriba el montañero puedo observar unas amplias e impresionantes vistas. Estas aparece adornadas por la ermita de San Donato, emplazada junto a la cima.
Todos los años, el domingo siguiente al 7 de agosto, tiene lugar una romería, en honor a San Donato y San Cayetano, hasta esta pequeña iglesia. A pesar de que es más conocida por el nombre de San Donato, el del otro santo también aparece como titular de la ermita.
En este alto del Camino de Santiago se encuentra la iglesia de San Salvador de Ibañeta. La actual ermita data del siglo XX, pero antes ocupó ese lugar otro edificio que se construyó en el siglo XI. En 1965, con motivo del Año Santo Compostelano, la Diputación Foral de Navarra la levantó al borde de la carretera que une Valcarlos y Roncesvalles. Se trata de una capilla de arquitectura moderna que recuerda la relevancia peregrinatoria de Ibañeta y al desaparecido convento del Salvador.
Cerca de ella se puede visitar el monumento a Roldán, una losa gris tipo estela. que rememora la Batalla de Roncesvalles. Al lado de la primera edificación existía ya un peñasco que la tradición consideraba que era el que Roldán había partido con su espada antes de morir, al intentar romperla para que no cayese en manos infieles.
La ermita de Nuestra Señora de Muskilda se encuentra situada cercana a la población de Ochagavía, en la cumbre del monte Muskilda. Se erige a poco más de 1000 metros de altura y está enclavada en el valle de Salazar de la comunidad Foral de Navarra.
La construcción románica data del siglo XII y se atribuye al mandato del rey Sancho el Fuerte (1194-1234). El conjunto se compone además de la ermita, de una casa para el ermitaño y otra para el capellán. Además, todo este recinto está rodeado por una pequeña muralla de piedra.
El templo románico de Santa María se encuentra en el valle de Arce. Para acceder al enclave, sigue la carretera NA-172. dirección Roncesvalles, desde Aoiz. Poco antes de llegar a Zandueta, cruza a pie el pequeño puente sobre el río Urrobi. Enclavada en medio del paisaje te encontrarás con esta iglesia de finales del siglo XII que sigue el estilo románico rural.
Los exteriores presentan un sillar de armoniosas proporciones, con los muros laterales reforzados por contrafuertes. Está decorado con una hilera de canes o ménsulas adornadas con figuras de hombres realizando diversas actividades. La portada está protegida por un pequeño tejado con moldura de tacos que se apoya en canecillos decorados con cabezas de animales, aunque unos y otros están muy deteriorados.
Se encuentra ubicada en el término de Izal, en el valle de Salazar. Los visitantes pueden ascender desde Gallués y, de forma más directa, por la amplia pista desde Izal o por los caminos que recorren las laderas orientadas al norte desde Güesa.
La cofradía de Arburúa fue creada en el año 1698. El viernes anterior a Pentecostés se celebra una romería con la procesión de las siete cruces: de Izal, Igal, Güesa, Ripalda, Iziz y Gallués. Además, también es tradición visitar la ermita el 8 de septiembre.
La ermita de Santa María de Eunate es una iglesia románica ubicada en campo libre, a solo 2 kilómetros de Muruzábal. Se ubica justo en el lugar donde se juntan los Caminos de Santiago de Somport y de Roncesvalles.
Fue construida en un estilo románico durante la segunda mitad del siglo XII. El conjunto es de planta octogonal imperfecta y está rodeado por una galería porticada de 33 arcos, con capiteles decorados. La armonía de la planta octogonal queda rota por un ábside pentagonal y una torreta de planta cuadrada. En los muros exteriores se alternan ventanas caladas y ciegas y dos puertas de acceso.
Es la más popular de las ermitas de Funes y está situada en lo alto de la orilla izquierda de la carretera que sale hacia Peralta. Su construcción data del siglo XVIII, fecha en que se habla de renovar, desde ahí, el Vía Crucis que ya existía, erigiendo otro nuevo. Este Vía Crucis o Calvario le dio nombre.
En su interior se guarda una hermosa talla de gran tamaño, enmadera de un Cristo crucificado que preside el altar. En los años 1940-1950 se situaba bajo un dosel y unas cortinillas de simil de damasco. A ambos lados del altar se colocaban dos imágenes, una de la Dolorosa, vestida con manto de terciopelo bordado en oro, y otra de San Juan Evangelista, tallada en madera.
Situada en lo alto de Montejurra, la ermita de San Cipriano fue edificada en el siglo XIV, dependiente del Monasterio de Irache. Es de planta rectangular y está dividida en tres tramos por pilastrones en los que descargan los arcos de medio punto. Tiene una cubierta a dos aguas sobre vigas de madera.
En su interior hay un retablo romanista de finales del siglo XVI, así como la talla de San Cipriano de estilo gótico tardío y la imagen del Cristo Crucificado de estilo gótico. Permanece cerrada todo el año y dispone de un refugio anexo que está abierto.
La ermita de San Pedro de Etxano se encuentra en el despoblado de Etxano, dentro del municipio de Olóriz y en el valle de la Valdorba. Para visitarla, se puede seguir desde Pamplona la carretera N-121, dirección Tafalla, hasta la desviación que indica a Unzué – Olóriz. Allí, se toma la NA-5010 dirección a Bariáin. A tres kilómetros de Olóriz hay que coger una desviación a la derecha y seguir las indicaciones, ya que el camino está señalizado.
La ermita de la Virgen de las Nieves es conocida por su cubierta elaborada con tejas de madera. Se trata de una particularidad que, pese a no ser exclusiva de los Pirineos navarros, solo se circunscribe a lugares muy concretos de Europa. El pasado agosto, se inauguró la reconstrucción de la ermita,. Para ello, se contó con 7.500 tablillas de madera de haya que sustituyeron a las dañadas.
El mismo año en que se levantó este templo se creó la Hermandad de la Madre de Dios de las Nieves. Además de vecinos e instituciones de la zona, se involucraron los clubes de montaña Muthiko Alaiak, Oberena y Club Deportivo Navarra. Sus miembros se han encargado de mantener la ermita, en la que el eje central ha sido siempre la fiesta anual celebrada en torno al 5 de agosto, romería que antaño reunía a cientos de personas (la primera fue en 1954).
