Podría parecer que oír y escuchar es lo mismo, pero tiene sensibles diferencias. Según el diccionario de la Real Academia Española, oír es percibir con el oído los sonidos; y escuchar es aplicar el oído para oír algo. Sin duda, la segunda depende de la primera. Sin capacidad de oír, no existe la posibilidad de escuchar, y por lo tanto, de comunicarnos. De ahí nace la necesidad de cuidar nuestra salud auditiva.
Son múltiples los factores que nos pueden llevar a perder audición, y rara vez son repentinos, sino que se produce de manera lenta y progresiva, de modo que no somos conscientes de que estamos comenzando a tener problemas. Unos problemas que se presentan con pequeños síntomas y que, atajados a tiempo, tienen solución.
¿Y cuáles son esos síntomas? Los expertos responden a esta pregunta con algunos ejemplos claros. Así lo considera el director técnico y responsable del Centro Auditivo Sancho Ramírez en Pamplona, José María Pérez Bescós, quien nos ofrece unas pequeñas pautas de autotest que nos llevan a considerar la necesidad de pasar una revisión en un centro auditivo especializado.
La primera y más clara es "cuando en casa comienzan a decirnos con frecuencia que hemos subido demasiado el volumen de la tele". El reflejo natural a la pérdida de audición ante un aparato electrónico en el que podemos regular el volumen es "darle voz". "Si todos oyen bien la tele a determinado volumen y tú no, ahí hay un problema".
La segunda de las señales, dice Pérez Bescós, es el abuso del '¿qué?'. Es decir, cuando alguien solicita a su interlocutor con frecuencia que repita frases. En esas ocasiones, existe un impulso -tal vez irracional- a culpar al interlocutor con expresiones como "es que no vocalizas", o "es que hablas fatal".
Al respecto, el experto señala que suele ser síntoma de presbiacusia, es decir, de pérdida de audición por la edad, entender peor las voces femeninas que las masculinas, porque por lo general las voces femeninas son más agudas que las masculinas.
Un tercer signo de pérdida de audición tiene que ver con "los barullos". Para el director del Centro Auditivo Sáncho Ramírez, "cuando acumulas resonancia de voces solapadas, los graves enmascaran a los agudos y el que padece pérdida de audición no entiende nada". Estas situaciones son las que se producen normalmente en aglomeraciones de gente, más en espacios cerrados que abiertos.
Otra situación de la vida cotidiana que nos debería hacer sospechar sobre posibles problemas en nuestra audición es cuando nos cuesta escuchar a nuestros interlocutores al otro lado del teléfono.
Asimismo, un síntoma evidente de que algo no anda bien en nuestros oídos son los conocidos acúfenos, ese molesto pitido que solemos atribuir al famoso "alguien está hablando mal de mí". Los acúfenos son recurrentes en personas que tienen una exposición alta a ruidos fuertes y estridentes, como discjockeys, trabajadores de aeropuertos, etcétera.
Todas estas cuestiones pueden indicarnos problemas en nuestra salud auditiva, lo cual no implica siempre una pérdida de oído; en ocasiones son simples tapones de cera, relativamente sencillos de extraer. En cualquier caso, lo recomendable es ponerse en manos de especialistas como los del Centro Auditivo Sancho Ramírez, ubicados en la calle Sancho El fuerte 24-26 de Pamplona o en la calle Sancho VII de Tudela; centros dotados con la más moderna tecnología dirigida a detectar los principales problemas auditivos y optimizar la rehabilitación del oído.
El Centro Auditivo Sancho Ramírez cuenta con un protocolo exhaustivo al que someten a todos sus clientes, que incluye todo tipo de pruebas de cara a diagnosticar en primer lugar la necesidad del uso de audífonos y posteriormente para verificar su correcto uso. Se trata del único centro auditivo de Pamplona que aplica este protocolo, sólo aplicado en centros hospitalarios punteros.
"Para nosotros es superimportante que el paciente sepa en todo momento qué es lo que estamos haciendo y por qué, que entienda los motivos por los que son necesarios los audífonos, y que salga del centro sin dudas y completamente satisfecho", señala Pérez Bescós.
Y es que, a la ultilización de la más moderna tecnología se le une la experiencia de casi 20 años cuidando de la salud auditiva de muchos navarros y que han colocado al Centro Auditivo Sancho Ramírez como el centro de referencia auditiva en Navarra.
