Los detenidos no han declarado, pasarán a disposición judicial el viernes y lo único que han dejado entrever es que sólo uno de ellos disparó.
Los autores de los tres asesinatos de Cáseda llevaban en el vehículo en el que fueron detenidos dos escopetas. Los investigadores analizan ahora si utilizaron las dos armas en los crímenes y si el autor de los disparos fue la misma persona o participaron más de uno.
Ellos mismos dejaron caer a los policías que los detuvieron que sólo uno de ellos, al parecer el padre, fue el autor de los disparos.
Juan Carlos Jiménez y sus dos hijos se encuentran separados en los calabozos de la Policía Foral de Pamplona, donde permanecerán hasta el viernes, cuando pasarán a disposición del Juzgado de Instrucción nº 2 de Aoiz, que les tomará declaración.
Lo más probable es que el juez ordene el ingreso en prisión de los tres hombres, acusados de asesinato u homicidio en distintos grados de autoría, colaboración o complicidad. Fuentes de la investigación han confirmado que ninguno de los tres ha declarado ante la policía por el momento. Quedará en manos de sus abogados decidir si mantienen ese silencio ante el juez hasta poder armar una defensa común.
Los equipos de policía judicial y científica de Policía Foral y Guardia Civil trabajan de forma conjunta, a la espera de recibir también las datos completos de las autopsias.
Los informes de balística y el análisis de uso de armas a los que se ha sometido a los tres detenidos determinarán con exactitud si en el asesinato de Fermín Jiménez y sus hijos, José Antonio y Cristian, se utilizó más de una escopeta y hubo más de un autor.
Los vecinos de la localidad han informados que escucharon los disparos, incluso llegaron a percibir parte de la discusión, pero ahora mismo no ha trascendido si vieron con detalle quién disparó a los tres fallecidos, algo que ocurrió de manera rápida y en apenas unos metros.
Las escopetas de caza pueden tener 2 o 3 tiros, en función de si son paralelas o semiautomáticas. Sin embargo, se pueden manipular para permitir que hagan 5 tiros. De esta manera, un mismo autor con un única arma pudo disparar a los tres fallecidos.
Fuentes policiales han confirmado que los detenidos poseían las escopetas bajo licencia de caza.
Los tres detenidos llegaron a Cáseda después de que Amparo, su hija y hermana hubiera vuelto a la localidad desde Muniáin de la Solana para retomar la convivencia con su marido Julio, hijo y hermano de los fallecidos.
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Amparo y Julio, junto a su hija de dos años, vivían en Cáseda desde hace poco, unos tres o cuatro años, y estaban integrados en el pueblo, han comentado a Efe vecinos de esta pequeña localidad.
Este pasado martes, según diferentes testimonios recabados, la mujer regresó a Cáseda con su hija en un taxi con intención de reconciliarse y fue seguida en otro vehículo por su padre y sus hermanos. El reencuentro terminó en la fatídica reyerta con tres muertos de la familia de Amparo.
La discusión y los disparos tuvieron lugar a pocos metros de la vivienda, hasta donde los ahora detenidos accedieron primero a pie y, posteriormente con el el vehículo y las escopetas.
