Deja huérfana a una niña de cuatro años y viuda a su mujer, con la que esperaba un segundo hijo para principios de año.
Un vecino de 35 años natural de Andosilla y residente en Calahorra falleció asfixiado este pasado lunes en un accidente laboral en el interior de una cámara de atmósfera controlada destinada al mantenimiento de la pera conferencia y en la que no hay oxígeno.
El siniestro tuvo lugar a mediodía en una empresa del polígono Neinver de Calahorra, donde R.G.B. había comenzado a trabajar hace dos meses. Su familia se preocupó al comprobar que no volvía a casa a comer, como viene siendo habitual, y fueron a preguntar al lugar de trabajo.
Según informa el diario Larioja.com, el coche del fallecido se encontraba aparcado junto a la empresa Aljofer donde trabajaba. Su suegro se percató de que la trampilla de la cámara de atmósfera controlada estaba abierta y solicitó ayuda a los empleados de almacenes cercanos para que le ayudaran a acceder a esta cámara.
Las cámaras de atmósfera controlada se emplean para conservar durante tiempo prolongado alimentos perecederos y se caracterizan por su ausencia de oxígeno, por lo que nunca debe accederse a su interior y en caso de ser necesario se debe hacer en compañía de otra persona para que pueda auxiliar.
Allí se toparon con el joven, que se encontraba tendido en el suelo y con síntomas muy graves de asfixia. Alertaron a los servicios de emergencia y una ambulancia logró evacuar a R.G.B. aún con constantes vitales hasta Logroño, donde falleció a consecuencia de la asfixia.
Los médicos pudieron salvar sus órganos para donarlos, tal y como era su expreso deseo. El joven deja huérfana a una niña de cuatro años y viuda a su mujer, que a principios de año dará a luz a su segundo hijo.
La Guardia Civil y el Instituto Riojano de Salud Laboral de La Rioja investigan las causas del accidente laboral.
