Agentes del Guarderío de Medio Ambiente encontraron el pasado mes de junio el cadáver de un perro en avanzado estado de descomposición. Junto a los restos del animal se hayaron dos vainas de cartucho de calibre 12.
Por eso motivo, se procedió a realizarle una necropsia que reveló dos perdigones compatibles con la posible causa de la muerte. Por ese motivo, se abrieron las diligencias oportunas y se identificó al propietario del can.
Se trata de un vecino de una localidad de la Zona Media de Navarra que en estos momentos está siendo investigado por el Grupo de Investigación Medioambiental de la Policía Foral.
Cabe resaltar que el Código Penal castiga este tipo de delitos con la pena de seis a dieciocho meses de prisión e inhabilitación especial de dos a cuatro años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de animales al que cause la muerte de un animal doméstico.
Las diligencias se han remitido al Juzgado de Guardia de Aoiz y a la Fiscalía de Medio Ambiente.
