SUCESOS
Un niño sufre una parada cardiorrespiratoria por el calor cuando jugaba en una piscina
Una bañista inició de inmediato las maniobras de reanimación, que se prolongaron varios minutos hasta la llegada de una ambulancia.

Usuarios y trabajadores de las piscinas de El Fango, en Bilbao, vivieron el pasado domingo una tarde de gran tensión después de que un niño de 11 años perdiera el conocimiento y se desplomara junto a uno de los vasos. Según ha informado El Correo, el menor se encontraba jugando con amigos cuando sufrió una parada cardiorrespiratoria. Una bañista inició de inmediato las maniobras de reanimación, que se prolongaron varios minutos hasta la llegada de una ambulancia. El pequeño fue estabilizado y trasladado en estado muy grave al hospital de Cruces.
El suceso se produjo en plena ola de calor, con temperaturas que superaban los 35 grados en Bilbao y con las instalaciones llenas de bañistas, muchos de ellos niños. La situación generó una gran conmoción y provocó que varias personas también tuvieran que recibir atención por golpes de calor o ataques de ansiedad. El responsable del bar del polideportivo relató que llegaron a atender dentro del local a varios menores con mareos y síntomas de agotamiento, incluida la hermana del niño reanimado.
Fuentes de Bilbao Kirolak, entidad que gestiona las instalaciones, confirmaron que otros dos menores del mismo grupo fueron también trasladados a Cruces por mareos y golpes de calor. Según los testigos, el menor afectado formaba parte de un grupo de chicos de origen asiático que acababa de llegar a las piscinas. Mientras los monitores se encontraban con los más pequeños en la zona infantil, los mayores jugaban en la piscina grande cuando ocurrió todo.
La Ertzaintza recibió el aviso sobre las 16:30 horas y se activó el protocolo de desalojo parcial de las instalaciones. Algunos usuarios se mostraron reticentes a abandonar el recinto e incluso reclamaron la devolución de su entrada, algo que indignó a otros presentes dada la gravedad del incidente.
Las piscinas reabrieron poco antes de las 20:00 horas del mismo domingo y ayer lunes recuperaron su actividad habitual, aunque con una vigilancia reforzada por parte de los socorristas, que no dejaron de recorrer los bordes de los vasos para controlar a los bañistas.