"¿Podemos darnos un beso?". Eso es lo que ha preguntado la primera pareja que se ha casado este viernes en Pamplona, donde el Registro Civil ha reanudado este viernes la celebración de bodas cumpliendo las recomendaciones y los protocolos de seguridad y sanitarios ante el brote de coronavirus.
Los enlaces matrimoniales quedaron suspendidos desde que se decretó el estado de alarma y decenas de parejas tuvieron que aplazar la celebración de su enlace hasta que las condiciones lo permitieran, aunque fuera guardando la distancia social y con la presencia tan sólo de los contrayentes y los testigos.
Es el caso de Diego Pino Muniain, de 40 años, y Edurne Sanz Mariezcurrena, de 34, ambos vecinos de Pamplona, que han contraído matrimonio en un acto presidido por un letrado de la administración de justicia. Lo han hecho en una sala donde las sillas estabas colocadas con casi dos metros de separación y en el que han comparecido también las dos personas que han ejercido como padrinos en la ceremonia.
A la conclusión del acto, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Navarra, tras la firma del acta por parte del matrimonio y los testigos, el letrado ha entregado a los contrayentes el libro de familia, el documento acreditativo de la celebración del matrimonio y les ha autorizado a besarse ya como marido y mujer.
El edificio de la Audiencia de de Navarra, tras la celebración el martes del primer juicio telemático en la jurisdicción de lo contencioso-administrativo y el miércoles de la primera vista oral en los juzgados de lo social, este viernes se han realizado también por videoconferencia dos juicios penales (dos sentencias de conformidad —de mutuo acuerdo— dictadas en el Juzgado de lo Penal nº 1 de Pamplona), así como dos audiencias previas, en sendas demandas de cláusulas suelo, llevadas a cabo en el Juzgado de Primera Instancia nº 7 de la capital navarra.
