Muchas familias al envejecer las personas mayores de la misma se encuentran con una gran duda de cara a sus cuidados, sobre todo si no se valen por sí mismos. España es el segundo país más envejecido después de Japón y posee una de las tasas de vida más altas. En esta realidad, Pablo Fernández vio un sector prometedor en el cuidado de las personas mayores.
En España está muy arraigado el contrato particular de estos servicios, al igual que en la limpieza del hogar o el cuidado de niños. Sin embargo, el quería ofrecer un ello un trato personalizado, que se formalizara esa forma de trabajar haciendo él de intermediario entre familias y cuidadoras.
Fernández está al cargo de la franquicia de Pamplona Wayalia, agencia de colocación de cuidados sociosanitarios a personas de la tercera edad.
Fernández explica que la compañía "desembarcó en Pamplona en febrero de este 2022, y todos estos meses han sido un no parar". En Wayalia cuentan con una bolsa de cuidadoras que tienen la formación y los valores necesarios para cubrir los cuidados de los ancianos.
Calcula que desde que abrieron han pasado por Wayalia en torno a 250 cuidadoras totales. Esta cifra también incluye a cuidadores masculinos, que forman un menor porcentaje. No obstante, estos también cuenta con demanda si es necesario mayor fuerza física durante los trabajos. Su bolsa de empleo actualmente ronda el centenar de empleadas.
Todas ellas pasan por un filtro que Fernández ve fundamental: "Deben estar formadas y tener algo de experiencia en el cuidado de personas, no me arriesgo a contratar a nadie a ciegas".
Una innovadora forma de contratación en un oficio que tradicionalmente ha sido pagado en mano y sin altas en seguridad social en su mayoría: "De esta forma se curan en salud, tanto para trámites como si se da algún inconveniente por un lado u otro", añade Fernández.
Cuando una familia demanda un trabajador, Fernández se pone manos a la obra con las horas y necesidades de la persona mayor. Entre toda su batería de cuidadoras selecciona a un un número reducido, que tendrán una entrevista más personal con los clientes. "Es necesario para que vean si hay compatibilidad en las formas de ser y en lo que quiere realmente la familia. Que encajen es fundamental. Hay de por medio unas garantías que si se contratan por particular, no hay", afirma el pamplonés.
Fernández señala el crecimiento de la demanda de cuidadoras internas, que durante su jornada convivan en el domicilio con la persona mayor para todo lo que pueda necesitar. "Si nos basamos en cifras, nueve de cada diez personas prefieren envejecer en su hogar y no tener que tirar de residencias u otros centros", concreta .
Con sus oficinas en San Juan están cubriendo las demandas de los vecinos de la comarca de Pamplona que buscan a gente a disposición de cuidar a sus familiares. Allí, las familias le dan un feedback acerca de la relación con la encargada y de como está la persona a su cargo. "Agradecen mucho ponerme cara y que no se ciña a un simple trámite. Un trato cercano y tú a tú es lo que creo que marca la diferencia", recalca Fernández.
