Navarra se ha despertado este lunes 1 de septiembre con un ambiente fresco, casi otoñal. Apenas unos días antes del inicio del curso escolar y del final de las vacaciones para miles de niños, así como del regreso al trabajo para muchos profesionales, la Agencia Estatal de Meteorología ha sorprendido con un aviso poco habitual: la semana estará marcada por una fuerte oscilación térmica, con madrugadas frías y tardes de calor intenso.
Las mínimas han caído por debajo de los 13 grados en gran parte de la Comunidad foral. En Estella-Lizarra y Pamplona se han registrado 11 grados, en Roncal el termómetro ha bajado hasta los 7 y en Tudela la mañana ha sido algo más templada con 14 grados. En el cielo se han visto nubes bajas a primeras horas, que han dado paso a nubosidad de evolución y a chubascos dispersos en la zona noroeste y los Pirineos.
La previsión para los próximos días mantiene este contraste acusado entre noches frías y jornadas calurosas. Para el martes se esperan intervalos nubosos de nubes medias y altas, con temperaturas mínimas similares a las de hoy y máximas en ascenso, alcanzando los 28 grados en Pamplona y los 30 en Tudela.
El miércoles llegará el cambio más notable, con cielos poco nubosos durante gran parte del día y un ascenso claro de las temperaturas. En la Ribera se podrían superar los 34 grados y en la capital navarra se alcanzarán los 32, todo ello acompañado de viento del sur y sureste que soplará con rachas fuertes en el valle del Ebro.
El jueves, en cambio, se espera un descenso marcado de las máximas. La jornada comenzará con cielos nubosos y posibles lluvias en el tercio norte, mientras que en la mitad sur tenderá a despejar por la tarde. Las mínimas subirán ligeramente y las máximas bajarán hasta rondar los 25 grados en Pamplona y los 29 en Tudela.
El viernes volverá la estabilidad, con temperaturas suaves por la mañana y máximas de nuevo cercanas a los 30 grados en buena parte de Navarra. Durante el fin de semana, el contraste entre noches frescas y tardes calurosas continuará siendo la nota dominante. El sábado las máximas rozarán los 31 grados en Estella y Pamplona, mientras que el domingo se moderarán algo más, quedando en torno a los 27 en el norte y 28 en la Ribera.
La sorpresa meteorológica anunciada por la AEMET para despedir el verano se centra, por tanto, en este vaivén térmico: quienes salgan temprano de casa tendrán que abrigarse, pero a mediodía el calor volverá a imponerse como si el verano se resistiera a marcharse de Navarra.