Los toros de la ganadería Ustarroz han protagonizado un quinto encierro muy peligroso en las fiestas de Tafalla 2025. Desde la salida de los corrales, dos ejemplares se han adelantado a la manada y han embestido a los corredores, incluso subiéndose a las aceras antes de llegar a la curva de la farola, que han tomado con limpieza, aunque siempre atentos a quienes corrían por delante.
Al ser un día laborable, sin toros de corrida y con la competencia del Encierro del Pilón, el recorrido ha contado con menos participantes. Esa menor afluencia ha permitido a los mozos colocarse frente a las astas y disfrutar de carreras intensas, aunque con enorme riesgo por los constantes derrotes.
En la avenida Severino Fernández, dos castaños han encabezado la manada con movimientos bruscos y repetidos cruces de un lado a otro de la calle, creando numerosas situaciones de peligro. Ya en la curva de la estación, uno de los toros ha llegado en primera posición y la ha trazado con limpieza, pese a que se han registrado caídas y algún corredor ha tenido que refugiarse en la acera.
El último tramo, previo a la plaza de toros, tampoco ha dado tregua. Los animales han bajado el ritmo y han buscado insistentemente a los corredores, con embestidas que han generado momentos de gran tensión, hasta el punto de detenerse antes de entrar al coso. El último toro, rezagado y especialmente problemático, ha necesitado la ayuda de los cabestros para ser conducido hasta los corrales.
A la conclusión del mismo, cuatro corredores han sido atendidos por los efectivos de Cruz Roja. Se trata de I.I.R., hmbre de 35 años, que presenta una herida contusa en el dedo tercero de la mano izquierda y el pamplonés O.I.R. de 27 años, con una herida en la rodilla izquierda.
Además, han sido atendidos M.F.R., de 28 años de Huarte, por un raspazo en el codo derecho y U.S.R., de 27 años de Pamplona, por abrasión en ambas manos.