El juez ha condenado al miembro de la Manada Ángel Boza por un delito leve de hurto y otro también leve de lesiones por la sustracción de unas gafas de sol en un centro comercial de Sevilla el pasado agosto, al tiempo que ordena su inmediata puesta en libertad, al estar en prisión preventiva.
Así lo ha confirmado a Efe su abogado, Agustín Martínez, que ha recibido la sentencia dictada por el Juzgado de lo Penal 10 de Sevilla, que procesó este lunes a Boza en un juicio en el que reconoció haber cometido "una gilipollez" y pidió perdón a su familia y a la sociedad.
La Fiscalía pedía cuatro años de prisión para Boza por un delito de robo con violencia y otro de lesiones a los vigilantes de seguridad a los que según su acusación intentó atropellar al huir del aparcamiento de los grandes almacenes tras el hurto, mientras que la acusación particular que ejercían los vigilantes solicitaban dos años por un delito de lesiones.
Finalmente el juez ha considerado los hechos un delito leve de hurto, como solicitaba la defensa, si bien también considera a Boza autor de otro delito leve de lesiones.
Según su letrado, el fallo decreto la puesta en libertad inmediata de Boza, que entró en prisión provisional por estos hechos apenas un mes después de salir libre bajo fianza tras dos años en prisión preventiva junto a los otros cuatro miembros de la Manada tras ser condenado a nueve años de prisión por los abusos sexuales a una joven en los Sanfermines del 2016, a la espera de que el Tribunal Superior de Justicia de Navarra decida sobre los recursos al fallo de la Audiencia de Navarra.