Standard & Poor's ha bajado un escalón, desde 'A' hasta 'A-', el rating que tiene asignado al grupo Volkswagen, tras reconocer el fabricante que instaló un 'software' en los motores de unos once millones de coches en todo el mundo para reducir las emisiones de los vehículos en el momento de las pruebas.
La agencia de calificación mantiene a la compañía alemana en vigilancia con perspectiva negativa y advierte de la posibilidad de realizar nuevas rebajas de "hasta dos escalones más" en su nota, dado que, según asegura, "todavía no ha concluido" la evaluación "completa" sobre del impacto que el caso tendrá en el grupo.
En supuesto de que S&P acometiera estas nuevas reducciones de calificación, Volkswagen seguiría manteniendo aún una calificación de 'investment grade'.
Por el momento, con estas dos últimas decisiones, S&P pretende mostrar su consideración de que Volkswagen sigue expuesto a "amplias consecuencias negativas" tras admitir que trucó motores.
Asimismo, la firma estima que, con este caso, el grupo automovilístico ha evidenciado "deficiencias en su gobernanza y en su gestión riesgos". "Creemos que sus controles internos han demostrado ser inadecuados en la prevención o la identificación de la supuesta conducta ilegal", señala S&P.
La agencia apunta asimismo que el "incumplimiento de la legislación ambiental de Estados Unidos, y potencialmente de otros países, constituye un considerable riesgo reputacional y financiero para Volkswagen en el medio plazo".