Si se suman las plazas de aparcamiento que ha suprimido en Iturrama, comenzando por Pío XII, siguiendo por Fuente del Hierro, la calle Pedro I, Serafín Olave, Esquíroz, San Juan Bosco y terminando por Abejeras, salen más de un centenar, justificándose en corredores verdes, peatonales, carriles bici que ya existían como el de Abejeras, o pasos de peatones que ya había, como los de la calle Iturrama. Estos últimos con la tala de siete árboles de gran tamaño incluida.
Por todo esto, choca que presuma de que con su invento de los aparcamientos en batería y espiga, haya conseguido crear 30 plazas de aparcamiento. Sin duda es una forma de tratar de engañar a unos cada vez más cabreados vecinos, que pasan buena parte del día buscando dónde dejar su coche.
En este sentido, este miércoles, la Gerencia y la Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Pamplona han visitado las obras de reurbanización y asfaltado de las calles Abejeras, Serafín Olave y San Juan Bosco, acometidas el pasado mes de diciembre. Los trabajos han consistido en la rehabilitación del firme de la calle Abejeras y en la ampliación del carril bici, que ha pasado de 1,7 metros a 2,5 metros de anchura, más una zona de resguardo mínima de 1,05 metros. En Serafín Olave y San Juan Bosco, además del asfaltado, se han mejorado varios pasos peatonales del Grupo Rinaldi.
Todo ello ha supuesto la supresión de docenas de plazas de aparcamiento, pero presumen de que con las obras se han creado 30 nuevas plazas: 5 en el Grupo Rinaldi, 1 en San Juan Bosco y 1 en la entrada al fondo de saco de Padre Barace; 16 plazas en el entorno de la glorieta con San Juan Bosco, y otras 7 en el tramo entre la glorieta de Serafín Olave y calle Abejeras, reconvirtiendo el aparcamiento en línea en aparcamiento en batería.
El Ayuntamiento se detiene además en explicar lo que a su juicio son bondades del carril bici de Abejeras, que ya existía y que simplemente ha sido ampliado a una anchura de 2,50 metros y una banda de protección de 1,05 metros.
Según dice, "la intervención favorece la circulación de peatones y ciclistas, y contribuye al calmado de tráfico y a la amabilización de la calle". Asimismo, el transporte urbano mejora su velocidad comercial y se facilita su circulación, pues la parada avanzada al final de la calle posiciona a las villavesas en primer lugar en el cruce semafórico con la avenida de Zaragoza.
Nada dice del enfado de los vecinos que se las ven y desean para aparcar en la zona.