Dijeron que con Joseba Asirón en la alcaldía el problema del 'sinhogarismo' en Pamplona estaría resuelto en 24 horas. Diez meses después no sólo no está resuelto, sino que asume que no lo sabe solucionar. La primera solución improvisada fue tratar de quitárselos de enmedio pagándoles billetes de autobús. Después, reconoció que no podía con el problema, y ahora se constata, que no sabe cómo hacerlo.
Así se desprende de las palabras de su mano derecha en el ayuntamiento, el concejal condenado por pegar a una mujer policía y a una concejal compañera de corporación, José Abaurrea, quien ha dicho que se está realizando el "máximo esfuerzo" pero "no hay una situación infinita de recursos y tenemos que ir trabajando con lo que disponemos".
Según ha destacado, "este ayuntamiento está triplicando los medios que se ponían hace solamente un año para este tipo de circunstancias", pero ha advertido de que "hay unos límites a las capacidades de gestión y de aportación de medios que tenemos los ayuntamientos".
O dicho en otras palabras, se están gastando el triple que el anterior equipo de Gobierno, y el problema sigue siendo exactamente el mismo.
