La concejal de Aranzadi-Podemos en el Ayuntamiento de Pamplona, Laura Berro, se ha aferrado al cargo tras reconocer que participó en una reunión municipal en la que se adjudicó a la asociación Yoar que preside su hermana un contrato por valor de 130.000 euros.
"No conocía el reglamento. Me despisté", ha dicho la concejal, que considera la información publicada un ataque al Gobierno del cambio la información.
La excusa que ha sacado para no dimitir es que Yoar fue la única asociación que se presentó al concurso. Por esta razón, su voto “no perjudicó a ninguna otra asociación”. Además, el voto de la concejal “no influyó en el resultado de la adjudicación”.
Berro ha reconocido también que conocía perfectamente que su hermana era la presidenta de la empresa beneficiada.
La ley obliga a que los representantes municipales se abstengan cuando existe una relación de parentesco en los expedientes.
“En todo caso se me puede acusar de despiste, pero de nada más”. Sin embargo, después ha reconocido que participó en la votación de la junta de Gobierno porque “desconocía el reglamento” que impide a los concejales participar en las votaciones que se puedan ver favorecidos familiares.
Una vez dicho esto, Laura Berro ha pasado a atacar a los medios de comunicación. “Esta denuncia que se ha hecho contra mi persona en el día de hoy es un ataque a la política del cambio”, ha acusado.
En este caso, se trataba de la adjudicación del contrato del servicio a la Asociación Juvenil Yoar, en la que figura como representante María Eugenia Berro Yoldi, hermana de la concejal de Aranzadi.
Laura Berro se ha negado a dimitir y ha señalado que es un "pequeño error, un lapsus sin mala fe".
Según ha dicho, no había deseo de favorecer a un familiar y que todo es un ataque contra ella y el Gobierno. "No va a volver a ocurrir. Asumimos el error, pero no ha habido mala fe."