Manuel Larrión Ochotorena ha alcanzado este lunes una cifra muy especial: 100 años de vida. Rodeado de su familia, Manuel ha celebrado su centenario en un ambiente de cariño y reconocimiento.
Su historia es un reflejo del esfuerzo y la constancia de toda una generación. Nació el 3 de febrero de 1925 en Arguiñano, un pequeño pueblo de Tierra Estella, en el Valle de Guesálaz, en el seno de una familia trabajadora del campo.
Fue allí donde conoció a Celia Soto, la mujer con la que compartiría su vida. Con una hija recién nacida, Manuel decidió mudarse a Pamplona en busca de nuevas oportunidades. Su primer trabajo en la ciudad fue en la metalúrgica Aceros Calibrados, donde trabajó hasta su jubilación.
Pero su espíritu emprendedor le llevó, junto a Celia, a abrir un pequeño ultramarinos en el barrio de Santa María La Real: Ultramarinos Larrión. Durante años, este comercio se convirtió en un punto de encuentro para los vecinos del barrio, que no solo acudían a por productos de primera necesidad, sino también a compartir conversaciones con Manuel y con Celia, siempre atentos y dispuestos a atender a todos con una sonrisa.
Este lunes, Manuel ha celebrado su cumpleaños acompañado de su mujer Celia, su hija Cristina, su yerno Alberto San Martín (viudo de su otra hija, Elena) y sus dos nietos, Iñaki y Mikel San Martín.
Durante la celebración, ha recibido la visita del alcalde de Pamplona, quien le ha hecho entrega de un ramo de flores, un pañuelo y un pin de la ciudad, como homenaje a su trayectoria y su contribución a la vida del barrio.
Su familia destaca que Manuel siempre ha sido un hombre trabajador y familiar, que ha hecho todo lo posible por sacar adelante a los suyos, superando numerosas adversidades. Ahora, disfruta de una merecida tranquilidad en compañía de su familia y de sus dos grandes pasiones: Osasuna y la pelota.
