El patinete eléctrico se ha convertido en una manera más de desplazarse por la ciudad de forma sostenible.
El 'boom' de estos vehÃculos en España ha hecho que la normativa actual, reformada en septiembre de este mismo año, esté siendo continuamente revisada. A dÃa de hoy, existe una legislación común en el conjunto del paÃs; sin embargo, algunos municipios, como es el caso de Pamplona, tienen también reglas especÃficas.
No obstante, lo primordial a la hora de conducir un vehÃculo de estas caracterÃsticas es tener sentido común y protegerse con el objetivo de no causar molestias a otros usuarios de la vÃa y evitar daños mayores.
La normativa general establece la velocidad máxima permitida en 25 kilómetros por hora; el casco es obligatorio; no está permitido circular por las aceras y zonas peatonales, vÃas interurbanas, travesÃas, autopistas, autovÃas y túneles urbanos; está prohibido circular tras haber bebido alcohol o con auriculares puestos, además de ir más de una persona en el patinete
También se espera que sea obligatorio un certificado de circulación, aunque todavÃa no lo es y, en cuanto al seguro, actualmente es necesaria su contratación únicamente en Benidorm, Alicante y Barcelona.
Por el momento, tampoco hay que matricular el patinete, ni pagar ningún tipo de impuesto.
NORMATIVA EN PAMPLONA
En Pamplona los patinetes están regulados según la ordenanza de movilidad vigente desde agosto del 2019.
Esta ordenanza obliga a los vehÃculos de movilidad personal a circular por los carriles bici y por las calzadas limitadas a 30 kilómetros por hora.
"En Pamplona, aparte del casco, es obligatorio el uso de chaleco reflectante por la noche. Además, a pesar de que la normativa general no establece un mÃnimo de edad para utilizar un vehÃculo de movilidad personal, aquà solo se puede conducir a partir de los 14 años", explica Imanol Sillero Leache, agente del grupo de tráfico de la PolicÃa Municipal de la capital navarra.
Sin embargo, este mÃnimo de edad establecido por la ordenanza municipal crea un "conflicto", ya que "otros municipios cercanos a la capital navarra, como puede ser Ansoáin, no están regidos por las mismas normas, por lo que por ahà pueden circular personas de cualquier edad, pero no pueden entrar a Pamplona".
El objetivo prioritario de la normativa es "procurar que los patinetes no circulen por las aceras con el fin de defender al peatón". "Un accidente con un vehÃculo de movilidad personal puede causar importantes lesiones tanto para el conductor como para la persona que pueda resultar atropellada", incide Sillero.
No obstante, el agente destaca que las sanciones dependen de cada momento: "Nosotros no vemos un patinete por la acera y automáticamente le denunciamos. Tenemos en cuenta qué acera es, qué situación, qué persona lo conduce... Al igual que otro tipo de infracción, se valora todo".
"De todas formas, las sanciones que se están poniendo son leves de cara a llamar la atención y que la gente vaya interiorizando que hay que salir de la acera". El hecho de circular con el patinete por un zona que no está destinada para ello, como puede ser la acera, supone una multa de 30 euros. Sin embargo, si el conductor no lleva casco, se considera una sanción grave que asciende a los 200 euros.
Desde PolicÃa Municipal de Pamplona han querido insistir, además, en que "no por tener forma de patinete y tener un motor, es un vehÃculo de movilidad personal". "Hay mucha gente que compra por Internet sin informarse y cuando les llega lo que creÃan que era un patinete resulta ser un ciclomotor porque lleva asiento o circula a más velocidad de la permitida, y no saben que podrÃan estar incurriendo en un delito al ir sin carné de conducir. Hay mucho desconocimiento y creo que es importante informarse antes de comprar y cerciorarse de que realmente se está adquiriendo un vehÃculo de movilidad personal y no otro tipo de vehÃculo", afirma Sillero.
OTRAS MULTAS
Además de la obligatoriedad de ir con casco y no rebasar la velocidad permitida, está prohibido llevar un patinete eléctrico habiendo consumido alcohol o drogas (entre 500 y 1.000 euros) y negarse a realizar las pruebas; ir a más de 25 km/h (500 euros); utilizar el teléfono móvil o los auriculares mientras se conduce (200 euros); o ir dos personas sobre el patinete (100 euros).