Tras el paso de San Fermín, los jardines de Pamplona necesitan un lavado de cara después del paso de miles de personas. El Ayuntamiento es el encargado de realizar estas labores de resiembra con el objetivo de mejorar estos espacios. La previsión es finalizar las labores de siembra esta misma semana.
Tras la última limpieza en profundidad de la Plaza del Castillo del pasado día 15, el personal de jardines del Ayuntamiento comenzó a trabajar en el escarificado de las praderas, para retirar restos de cristales y basura de la zona ajardinada que no son perceptibles a simple vista. Para ello se han usado tanto máquinas grandes, como otras de menor tamaño en las zonas más reducidas, que realizan dos pasadas cruzadas para garantizar la retirada de restos.
Una vez completado el escarificado, cada día, una media de 10 trabajadores de jardines realiza en esta zona labores de acondicionamiento y preparación del terreno para proceder a la siembra. Como novedad, este año se cubrirán las resiembras con arena de sílice para mejorar el sustrato y facilitar así que crezca la hierba a la que se le aportará un régimen de riegos frecuentes de corta duración.
Además de la recuperación de la zona ajardinada, se está trabajando en la colocación de nuevas plantas y flores en todo el perímetro de zonas verdes. De hecho, se van a ampliar los macizos de flor existentes que actualmente se concentran únicamente en el jardín más próximo a la avenida de Carlos III, al resto de zonas verdes de la plaza.
En total, se prevé añadir alrededor de 150 metros cuadrados de macizo de flor, en los jardines más próximos a la calle San Nicolás, a Estafeta y al edificio del Café Iruña. En todos ellos se plantará flor de verano procedente del lote de reserva que anualmente sirve para cubrir las necesidades de reposición que este año han sido menores y, atendiendo a su conservación y la aceptación ciudadana, se pasará a incluir estos nuevos macizos en el calendario de plantación de flor de invierno.
El objetivo es que para finales de esta semana concluyan las labores de adecuación del terreno, de plantación de flores y de siembra de nuevo césped, para recuperar las áreas más dañadas tras las fiestas.
No obstante, las zonas verdes permanecerán valladas al menos un mes, para garantizar que el césped arraigue y crezca. El vallado utilizado este año es, también, diferente. Se ha optado por vallas de menor altura, de entre 100 centímetros, en lugar de las grandes vallas de 2 metros que perimetraban la zona en ocasiones anteriores. Se busca, así, un menor impacto visual, que permita delimitar la zona, pero sin afectar a la visión en conjunto de un lugar como la Plaza del Castillo.
