La problemática que envuelve a la rotonda de San Jorge y que tiene a sus vecinos enfrentados desde hace meses con el Ayuntamiento de Pamplona podría tener un nuevo episodio tras el estudio encargado por el Consistorio a una empresa externa.
El Ayuntamiento de Pamplona solicitó a la empresa Leber Planificación e Ingeniería SA, por un importa de 14.900 euros más IVA, un informe que contempla hasta ocho escenarios diferentes con el fin de encontrar una solución que contente a los vecinos de San Jorge y sea factible en materia de urbanismo y movilidad vial.
Este miércoles, el documento técnico ha llegado a manos del ayuntamiento y se concluye que la mejor opción es un eje norte-sur en superficie junto a las piscinas de San Jorge.
El escenario más favorable que recoge el documento contempla la construcción de un nuevo vial junto al cementerio municipal que uniría la avenida de Navarra con el camino de Miluze y Elizpea. Este vial conecta también con la avenida de San Jorge, a la altura del cruce con la carretera de Estella. Este escenario, complementado con un vial hacia Mendebaldea por la calle Arcadio María Larraona, eliminaría 2.300 vehículos en la rotonda, ha informado el Ayuntamiento.
Esta reducción se incrementa hasta los 5.100 vehículos con la nueva glorieta prevista en las obras del TAV, supeditadas a la ejecución del PSIS, que elimina la intersección semaforizada en el entorno del puente medieval de Miluze. El análisis técnico recoge que el movimiento de tráfico principal dentro de glorieta es el longitudinal a la avenida de Navarra, por ello la ejecución de alternativas a este movimiento permiten reducir el tráfico en el nudo.
En cuanto a la opción del soterramiento del eje del nudo correspondiente a la avenida de Navarra, bajo la glorieta, elimina en superficie 22.300 vehículos, pero no resuelve las conexiones de la rotonda y los movimientos internos actuales dentro del barrio, que habría que preservar. Además, crea problemas de accesibilidad, ya que genera unas rampas de acceso al túnel de al menos 120 metros cada una en cada lado de la glorieta, lo que crearía nuevas barreras arquitectónicas.
Según ha detallado el Ayuntamiento, si se entierran los dos ejes en una intersección bajo la actual rotonda, se necesita un espacio que no está disponible y en el caso de plantear ejes a distintos niveles, uno de los dos ejes necesitaría que las zanjas de las rampas de acceso dispongan de más de 200 metros de longitud, lo que provocaría un problema de permeabilidad superior al actual. Este problema se ha aliviado en parte con la finalización de los nuevos pasos de peatones semaforizados la semana pasada, una importante mejora para la movilidad peatonal y la permeabilidad del barrio, que permite 'humanizar' el entorno de la glorieta, ha concluido.
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