La vicepresidenta tercera del Gobierno de Navarra y consejera de Vivienda, Juventud y Políticas Migratorias, Begoña Alfaro, ha camuflado la crisis interna de su partido (Contigo Navarra) y los ceses de la directora general de Políticas Migratorias, Marisol de la Nava, el director del Servicio de Vivienda, Javier Etayo, y la directora del Servicio de Innovación, Participación, Inspección y Difusión, Marta Jauregi, asegurando que se tarta de una apuesta por un “nuevo enfoque” con “perspectiva intercultural” ante un “reto mayor” en el caso de la primera, por motivos personales en el segundo, y por la necesidad de un perfil diferente en el tercer caso.
En su intervención en el Parlamento, solicitada por UPN, la consejera ha agradecido el trabajo realizado hasta ahora por los tres y ha asegurado que se seguirán impulsando las líneas ya iniciadas. No obstante, ha señalado la necesidad de abordar una transformación estratégica en las políticas migratorias del Gobierno, con un perfil que, según ha dicho, aporte un “amplio conocimiento de la realidad social y migrante” de todas las zonas de Navarra.
Alfaro ha afirmado que el nuevo equipo podrá afrontar con mayor profundidad el fenómeno migratorio, incluidas las segundas y terceras generaciones, y ha propuesto revisar el concepto actual de migración, que ha calificado de “reducido”. Además, ha adelantado cuatro líneas prioritarias que justifican este cambio: una planificación estratégica alineada con Europa, un mejor sistema de evaluación e impacto, el refuerzo de los programas de multiculturalidad, y una mejora en la gobernanza y colaboración interdepartamental.
Desde UPN, la parlamentaria Cristina López ha interpretado los cambios como una “enmienda a la totalidad” a la gestión de la propia Alfaro, al considerar que si no hay pérdida de confianza, entonces se reconoce que no se ha acertado hasta ahora. También ha insinuado que los cambios podrían estar relacionados con la crisis interna de Contigo-Zurekin, la coalición en la que milita Alfaro.
En esa misma línea, el PPN ha expresado su preocupación ante la posibilidad de que los ceses respondan a discrepancias ideológicas dentro del espacio político de la consejera. “Nos parecería muy grave que una dirección general del Gobierno se viera alterada por motivos partidistas”, ha afirmado Maribel García Malo.
En cambio, desde el resto de grupos del bloque de investidura se ha defendido la decisión. El PSN ha señalado que los movimientos migratorios exigen adaptación constante, mientras que EH Bildu ha evitado centrarse en los ceses, respaldando el enfoque estratégico del departamento. Desde Geroa Bai, Javier Ollo ha restado importancia a los relevos, al considerar que son “competencia del Gobierno” y ha pedido centrar el debate en las políticas públicas.
Contigo-Zurekin, por su parte, ha defendido que seguir avanzando no significa que no se haya hecho nada hasta ahora, aunque ha admitido que los avances podrían haber sido insuficientes. Su portavoz, Daniel López, ha apostado por una reflexión profunda para diseñar “la Navarra del futuro entre todas las personas que convivimos en esta tierra”.
Solo Vox ha exigido directamente el cese de Alfaro, a quien ha acusado de equivocarse al nombrar al equipo saliente y, ahora, de reconocer ese error. “La que tenía que haber sido cesada era usted”, ha sentenciado Emilio Jiménez.
