La presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, quiere dejar atado antes de que termine la legislatura su asalto al Consejo de la Juventud de Navarra. Tras asfixiarlo económicamente con continuos recortes en los últimos cuatro años, acaba de tomar en consideración el decreto foral por el que se establece la composición, organización y funcionamiento del Consejo de la Juventud de Navarra.
De esta forma, el Gobierno ha absorbido al Consejo a través del Instituto de la Juventud tras hacerse con el control del mismo el secretario general de las Juventudes Socialistas, Álex López después de la dimisión del hasta entonces presidente, Pablo Lanaspa.
Para forzar su dimisión, el Ejecutivo de Chivite les aplicó un recorte progresivo desde los 160.000€ de financiación que tuvieron en 2019 a los 85.000€ para 2023. Un recorte de casi el 50% en la partida que reciben cada año de los Presupuestos Generales de Navarra, para dejarles en una situación muy comprometida que ha producido un ahogamiento económico del Consejo.
Todo ello conllevó el despido de dos personas. “Para 2023, el presupuesto disponible para actividades se les ha quedado en la ridícula cantidad de 1.600 euros, la excusa perfecta para poder seguir adelante con su plan, escudándose en que el Consejo de la Juventud no cumple con sus funciones y demostrando que el Gobierno foral no cree en la participación juvenil ni en el máximo órgano de representación de la juventud navarra”, ha argumentaba hace unas semanas el parlamentario de Navarra Suma Ángel Ansa.
