La presidenta de UPN, Cristina Ibarrola, ha cargado este martes contra María Chivite, a la que reprocha que “no reniega de Santos Cerdán a pesar de estar en la cárcel”. Según ha dicho, su intervención en la comisión de investigación del Senado sobre el caso Koldo ha evidenciado que “le resulta imposible cuestionar a quien fue su jefe, mentor y amigo”.
Ibarrola ha recordado que Cerdán, “gracias a sus negociaciones con EH Bildu, reconocidas por el propio Otegi”, permitió que Chivite alcanzara la presidencia del Gobierno foral. A su juicio, lo visto en la Cámara Alta demuestra que “la presidenta de Navarra es una colaboradora necesaria, por acción u omisión, en la adjudicación de las obras de Belate a Cerdán”.
La líder regionalista ha tachado de “inaudito” que Chivite defendiera en el Senado el papel político de Cerdán y reconociera que lo llevaba a reuniones vinculadas con las obras, que acabaron en manos de una empresa que, según la Fiscalía Anticorrupción, fue creada “ad hoc para lucrarse de contratos públicos sin aportar nada a ellos”.
También ha denunciado que la presidenta no negara que consultara con Cerdán nombramientos clave como los de los consejeros Bernardo Ciriza y Óscar Chivite, “determinantes en la adjudicación”. Para Ibarrola, se trata del “mismo modus operandi que en otras adjudicaciones relacionadas con Koldo y Ábalos”.
Además, ha acusado a Chivite de mantener su respaldo a los responsables políticos implicados. “Ha dejado claro que volvería a actuar igual, que no cuestiona lo hecho y que sigue despreciando los informes demoledores de la Oficina Anticorrupción. No cesa al director general ni pide explicaciones a su tío consejero. No se arrepiente de nada”, ha criticado.
Ibarrola ha ido más allá y ha asegurado que la presidenta “mintió en sede parlamentaria sobre las conclusiones de los informes de la Oficina Anticorrupción”. Según ha añadido, “su palabra carece de credibilidad y su actitud no ayuda a disipar dudas en torno a Belate, sino que las acrecienta. Rehúye preguntas, echa balones fuera y toma por tontos a los ciudadanos”.
Finalmente, la presidenta de UPN ha exigido a Chivite que asuma responsabilidades políticas. “Estamos ante el mayor escándalo de la política navarra en décadas y en cualquier gobierno decente ya habría habido dimisiones. Chivite llega tarde y sigue aferrada al sillón a toda costa”, ha concluido.
