La presidenta de la Cámara de Comptos, Asun Olaechea, ha cifrado en más de 282 millones de euros el gasto asumido por el Servicio Navarro de Salud en retribuciones variables como guardia, productividad o festivos en el periodo 2015-2019.
Olaechea, que ha comparecido a petición de EH Bildu para presentar la auditoría realizada a estas retribuciones, ha indicado que en 2019 supusieron 62 millones de euros, un 19% más que en 2015 y un 6% más que en 2018.
Se trata, ha dicho, de un gasto "significativo" por unas retribuciones que el año pasado percibieron 10.700 personas y para el que no se dispone de una herramienta que verifique la presencia ni la actividad ya que se hace manualmente y esto genera errores.
Ha recomendado por ello establecer un sistema de verificación, mejorar la gestión guardias en Atención Primaria, incluir incompatibilidades de abono entre diferentes conceptos retributivos, supervisar abonos duplicados y pedir su reintegro, e incorporar personal con perfil informático para la gestión de estas retribuciones variables.
De ellas ha precisado que las guardias presenciales suponen el 35% del gasto total, el trabajo en festivos es el 14%, las guardias localizadas un 9%, igual que la nocturnidad, y la productividad supone el 6%, con un incremento del 211% desde 2015.
Ademas ha indicado que la compensación por dispersión geográfica supuso 4,7 millones, los turnos rotatorios 3,3, y las compensaciones para atender en fines de semana y festivos a pacientes ingresados alcanzaron los 2,3 millones.
Por centros, de los más de 282 millones de euros de retribuciones variables el 55% correspondió al Complejo Hospitalario de Navarra, un 19% más que en 2015; el 26% a Atención Primaria, con un aumento del 9% y los mayores gastos por horas y productividad; otro 10% al Hospital de Tudela y un 6% al Hospital de Estella.
Olaechea ha añadido que las auditorias realizadas reflejan un nivel de control que "garantiza razonablemente" la correcta ejecución salvo algunos errores de procedimientos manuales, por ejemplo en absentismo, la opinión es "favorable" tanto en el cumplimiento de legalidad, aunque la normativa que la regula está dispersa y a veces es "desconocida" por el personal, con en la gestión pese a la falta de herramientas de control.
"DEFICIENCIAS EN EL CONTROL"
Para Txomin González, de EH Bildu, llama la atención sin embargo la "cantidad de deficiencias y huecos en el control" de un gasto que supone una gran cantidad de dinero y que podría "subsanarse fácilmente" en algunos casos, no en otros estructurales como la productividad por falta de personal suficiente.
Y como ejemplo de este "descontrol" se ha referido a una persona que en 2018 cobró más de 100.000 euros por retribuciones variables, lo que supone que trabajó 3.697 horas, 1.200 más de las permitidas y que suponen que hizo jornadas de 11 horas diarias todos los días del año, algo que "no se puede permtiir".
Ha añadido además que "se utilizan eufemismos para no hablar de horas extraordinarias", en las que hay falta de justificación, y criticado que tampoco haya "ninguna herramienta de control" sobre la actividad en las guardias tanto localizadas como de presencia y que además para González podrían gestionarse de forma más eficiente.
Cristina Ibarrola, de Navarra, Suma, ha señalado que "la administración debe garantizar el adecuado control y la efectividad de los recursos públicos", y precisado que "llama la atención el aumento de gasto en productividad y preocupa que va a más".
"Soy absoluta defensora" de la transparencia y de la evaluación, ha dicho, y ha planteado la realización de un análisis del efecto que los gastos en productividad extraordinaria han tenido en las listas de espera para así poder tomar decisiones
"Si queremos una atención de calidad para todos, las 24 horas del día y todos los días del año, las retribuciones variables son necesarias, pero se tiene que controlar y hacer una correcta gestión", ha afirmado la socialista Patricia Fanlo.
Y ha vinculado el aumento de la productividad extraordinaria a la falta de personal y a la reducción de las listas de espera en 2018, algo que la huelga de médicos dificultó en 2019.
Isabel Aramburu, de Geroa Bai, ha considerado "relevante" el gasto en estas retribuciones variables pero también ha valorado que la gestión genera "un nivel de confianza razonable", conforme con la normativa y con las partidas presupuestarias.
Ha cuestionado sin embargo que haya falta de personal y ha pedido que se reúna la normativa ahora dispersa, que se abandonen los sistemas manuales, que se establezca un sistema de control sobre la presencia del personal y que se respeten las jornadas.