Los socialistas de Pamplona, principales responsables de la entrega de Pamplona a los proetarras de EH Bildu, quieren instaurar en Navarra el plan de Pedro Sánchez para amordazar a los medios de comunicación críticos.
De hecho, el grupo socialista en el consistorio va a llevar al pleno del Ayuntamiento una moción para apoyar el rimbonbante Plan de Acción por la Democracia, aprobado el pasado 17 de septiembre por el Gobierno de España. Este proyecto, revestido como si se tratase de un plan de regeneración democrática, aboga por intentar silenciar a aquellos medios que informen sobre los casos de corrupción que acechan al Ejecutivo o al entorno familiar de Sánchez. Este plan se empezó a gestar una vez que se conoció que la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, estaba imputada por tráfico de influencias y de corrupción en los negocios.
Marina Curiel y sus compañeros en el consistorio quieren que el PSOE y Sumar decidan «qué es un medio de comunicación» y quiénes «los verdaderos profesionales», en alusión a los periodistas de los medios de comunicación.
Dentro de su obsesión por impedir que exista la oposición, la portavoz socialista en el Consistorio, Marina Curiel, ha señalado que el "problema" del Ayuntamiento es "la oposición avinagrada de UPN, que sigue intentando bloquear Pamplona, que infravalora nuestra ciudad y a los pamploneses y pamplonesas". Según Curiel, los socialistas son "indispensables en el Ayuntamiento", algo que gestionan "con responsabilidad", aunque "le duela a la derecha".
En primer lugar, ha señalado una de las propuestas que llevarán al Pleno de este próximo jueves, para impulsar la "descentralización de eventos y actividades culturales en los barrios". En este sentido, propondrán incluir a estos "pulmones de la ciudad, imprescindibles para el entramado social y el panorama festivo y cultural". Por ello, han hecho referencia al "éxito" que tuvo la propuesta del PSN de "trasladar ciertas actividades puntuales del programa de San Fermín a barrios de Pamplona colindantes con el centro".
Por otra parte, Curiel ha defendido la necesidad de que "Pamplona avance frente al continuo ataque que trata de hacer UPN, todavía anclado en la época de la moción, y PP, provocando que se hayan convertido en fuerzas irrelevantes".
Los socialistas quieren una Pamplona "inclusiva, accesible y sostenible, donde cada ciudadano se sienta parte activa y beneficiaria de las políticas municipales", mientras que "desde la derecha recortan becas y ayudas de comedor, privatizan servicios médicos y residencias de mayores, rechazan 112 millones de euros de los fondos europeos, que hubieran permitido crear 12.000 plazas de educación infantil públicas y gratuitas solo porque están sometidos a las presiones y los intereses de los centros privados, y rechazan el euskera en Senado".
"Porque la transparencia y la participación ciudadana son esenciales frente a la crispación y a los peligros que hoy existen en Europa", ha añadido Curiel.
Desde el PSN han señalado que quieren "seguir sumando, desde una oposición responsable, exigente y rigurosa, trabajando ya en el nuevo proyecto presupuestario para nuestra ciudad, y valorando el cumplimiento por parte del equipo de Gobierno de las enmiendas socialistas realizadas en 2024".
Curiel ha explicado que "los Presupuestos no deben ser hojas en blanco, no son simplemente números en papel, son herramientas poderosas que deben modelar la calidad de vida de los pamploneses y las pamplonesas, impulsar proyectos ciudad, fomentar la innovación, apoyar a la juventud, a los mayores y proyectar desarrollo económico".
En cuanto a las ordenanzas fiscales recientemente aprobadas, "un plan de cambios que se ajusta a la nueva Ponencia de Valoración" y "algo que UPN tenía guardada en un cajón", el PSN pide "responsabilidad" al equipo de Gobierno, ya que "Pamplona debe poder dar un buen servicio a las personas y, para ello, debe asegurarse que recauda de forma justa lo necesario para mantener sus prestaciones".
A su juicio, "lo sucedido hasta ahora con UPN causaba que se negaran unos servicios públicos de calidad, escondiéndose en falsedades como la carta de capitalidad". "No es lógico que Pamplona haya llevado este retraso, algo que ha provocado una pérdida de valor, muy acusada en diversos barrios", ha añadido Curiel.
En conclusión, el PSN ha criticado que el "problema" del Ayuntamiento es "la oposición avinagrada de UPN, que sigue intentando bloquear Pamplona, que infravalora nuestra ciudad y a los pamploneses y pamplonesas".
"Desde el PSN estamos demostrando que esa no es la forma de hacer política" y no se cansarán de repetir que "somos una alternativa real, a esa derecha que cada vez se mimetiza más con la ultraderecha", ha concluido Curiel.
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