La vicepresidenta segunda del Gobierno de España y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha viajado en Falcon este viernes a Pamplona, donde ha participado en la inauguración de un congreso, se ha entrevistado con la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite y con la jefa de Contigo Navarra, Begoña Alfaro.
La vicepresidenta ha salido a las 07:55 de la mañana de la base aérea de Torrejón de Ardoz de Madrid y ha aterrizado en el aeropuerto de Noáin-Pamplona a las 08:27 después de 32 minutos de vuelo. Para este viaje, el Falcon ha necesitado 690 litros de queroseno con un gasto de 757 euros.
Este tiempo de vuelo supone una emisión de 1,93 toneladas de CO2 a la atmósfera, que es el equivalente a las emisiones de un coche de gasolina en dos meses de uso, o las mismas emisiones que 50 desplazamientos Pamplona Madrid en un coche diesel.
Partiendo de la base de que para el regreso a Madrid ha invertido un tiempo similar y un gasto de combustible parecido, podemos deducir que ha gastado en su viaje a Pamplona más de 1380 litros de queroseno con un gasto de 1.500 euros sólo en combustible (gastos de pilotos, azafatas, catering y demás al margen) y ha emitido casi 4 toneladas de C02 a la atmósfera. Todo para una estancia inferior a las cinco horas en Navarra.
Resulta curioso que Yolanda Díaz fuera la ministra que propuso la cancelación de los vuelos cortos nacionales en rutas que posean una alternativa en tren. Tal vez debiera haber probado el servicio y reportar su opinión a su compañero en el Consejo de Ministros, Óscar Puente, y ya de paso haber tratado con la presidenta Chivite la necesidad de acelerar los pasos para la llegada de la Alta Velocidad a Navarra.
No deja de ser elocuente que la ministra sea la miembro del consejo de ministros que más utiliza el Falcon, más incluso que Pedro Sánchez, que normalmente acostumbra a acudir a actos de partido por toda España en fin de semana y para tal fin se agenda visitas a empresas de la provincia en cuestión.
Y resulta también llamativo que la ministra dimitida de Sumar haya rechazado viajar en la línea regular Pamplona-Madrid de Iberia, operada por Air Nostrum, que casualmente tiene un vuelo que sale de Madrid casi a la misma hora (08:00) que ella ha salido de Torrejón de Ardoz, y dos vuelos más (para elegir) a lo largo del día) así como otros tres vuelos de regreso.
Eso sí, volando con Iberia no podrá tomar vinos gran reserva ni jamón ibérico recién cortado, como en el Falcon que pagamos entre todos. Es lo que tiene representar a la clase trabajadora, incluida la navarra.
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