SAN FERMÍN 2018
Recortes, quiebros y saltos: los niños disfrutan con el espectáculo del festival taurino infantil
El momento de mayor tensión ha tenido lugar cuando una vaquilla ha saltado la barrera y se ha salido del ruedo.
El momento de mayor tensión ha tenido lugar cuando una vaquilla ha saltado la barrera y se ha salido del ruedo.
Este sábado 14 de julio ha tenido lugar a media mañana un espectáculo cómico-taurino infantil en la Plaza de Toros.
El acto ha consistido en una exhibición llevada a cabo por los recortadores Marcos Prieto, Javier Pragaras y Eduardo Verdes de Madrid y Cristian Blanco y Roberto Alegre de la Comunidad Valenciana. Pragaras es considerado como uno de los mejores saltadores del panorama nacional.
Una vez que se ha soltado a la primera vaquilla, el festival ha comenzado y los recortadores han empezado a hacer diversos quiebros y recortes para calentar. Ha sido con la segunda vaquilla cuando el público ha empezado a disfrutar con los complicados saltos con tirabuzón llevados a cabo por los recortadores.
Uno de los saltos más espectaculares ha sido el llevado a cabo por Marcos Prieto, que se ha puesto una boina en los pies, se ha atado las rodillas y ha saltado por encima de las vaquillas causando sorpresa entre los más pequeños. Otro salto ha destacado ha sido uno triple que han completado tres recortadores de forma consecutiva.
A continuación, ha llegado la que ha sido sin duda la actuación más bonita del festival. En ella, han seleccionado aleatoriamente a siete niños del público y han establecido una competición en la que ganaba el que más bolas pudiese meter en un cubo durante un tiempo determinado mientras eran perseguidos por una "vaca" de plástico.
El momento de mayor tensión ha llegado con la tercera vaquilla cuando está ha superado la barrera y ha saltado del ruedo de tal manera que ha corrido durante un minuto por el callejón. Por suerte, no ha llegado a coger a nadie y pronto ha regresado a la arena.
Con la cuarta y última vaca, los recortadores han realizado "el número de Don Tancredo" en el cual la vaquilla tenía que pasar entre dos personas por un hueco cada vez más estrecho.
El número ha terminado con los aplausos de un público que, un año más, ha quedado satisfecho con el festival taurino infantil.