El alcalde de Pamplona, Joseba Asirón, no acudirá este año tampoco a la misa del 7 de julio en la capilla de San Fermín. Dará plantón al santo y se ausentará de la parroquia de San Lorenzo haciendo dejación de su responsabilidad institucional como representante de todos los pamploneses.
Y es que, el primer edil defiende que él participa en el cuerpo de ciudad: "Allí donde vaya el cuerpo de ciudad iré yo", subraya, remarcando que participan en todo lo que es la parte civil, que diferencia de la asistencia a actos religiosos, que "incluso por una cuestión de respeto, deben limitarse a la gente que realmente cree".
Además, el alcalde ha puesto en duda la continuidad de los toros ligados a las fiestas de San Fermín, aunque sostiene que no será él quien los suprima. Según ha dicho, "el de los toros es un debate que existe no solo en Pamplona, sino en la sociedad en general, queramos o no queramos, nos guste o no nos guste y sobre ello oímos muchas opiniones y muchas voces diferentes".
En este sentido, apunta que ese debate va a ser necesario en Pamplona en las próximas décadas. "Veo el debate global, toros sí o toros no, pero el debate de qué hacemos con Sanfermines no lo veo y tiene que existir, pero tiene que existir en la calle. Lo que puedo garantizar es que no va a venir ningún alcalde o alcaldesa de ninguna formación que mediante un decretazo suspenda las corridas y los encierros en Pamplona. Eso no va a ocurrir".
El alcalde se ha quejado, en una entrevista con la Agencia EFE de que, como consecuencia de la moción de censura en diciembre han "contado con menos tiempo del que suele ser habitual para diseñar la programación de las fiestas de San Fermín", pese a lo cual asegura que el programa que han hecho les "gusta mucho".
Reconoce, no obstante, que les "sorprendió mucho" que cuando entraron a gobernar después de Navidades "prácticamente no había ningún concierto cerrado", pero eso al mismo tiempo hizo que se encontraran con "un lienzo en blanco". Y, remarca, ha sido "gratificante poder cerrar un cartel con artistas de la tierra que ahora mismo, como dice la gente joven, lo están petando". No obstante, indica que de cara a las fiestas del próximo año, con más tiempo, "siempre se pueden incluir cuestiones de estilo".
Entre las novedades de este año destaca a la aprobación por unanimidad de una declaración en favor de la convivencia. Asirón ha intentado convertirse en el adalid de la pacificación de la ciudad a pesar de que nunca ha condenado los insultos, agresiones, salivazos, y puñetazos que los radicales de la izquierda abertzale acostumbran a propinar a los concejales de UPN en la calle Curia al final de la procesión.
Esta declaración de convivencia es, a su juicio, necesaria: "Convivencia es también que cualquier pamplonés, sea o no concejal, pueda subir y bajar por la calle Curia sin que nadie le falte al respeto", ha dicho, para, acto seguido, justificar "la crítica política en fiestas" pero esa crítica "nunca puede traspasar los límites del respeto". Parece que en años anteriores sí, pero ahora que él es alcalde, no.
- Los comentarios que falten el respeto y que no se ciñan al tema de la noticia, podrán ser eliminados.
- Cada usuario será el único responsable de sus comentarios.