En San Fermín, la ciudad de Pamplona se encuentra totalmente vigilada por todos los medios. Dispositivos de seguridad velan por los pamploneses y pamplonesas desde tierra y aire durante los nueve días de los Sanfermines.
Son miles de trabajadores los que permiten que San Fermín se celebre de la mejor manera posible. Un total de 800 efectivos de la Policía Nacional son los que se encuentran por las calles de Pamplona.
Unidades de caballería, TEDAX, Subsuelo, Unidad de Intervención Policial, Guías Caninos, Medios Aéreos en sus modalidades de helicóptero y 13 efectivos de Seguridad y Protección Aérea son los desplazados a San Fermín.
Desde el aire, tres agentes de la Unidad de Medios Aéreos vigilan todas las calles de Pamplona montados en un helicóptero Cóndor. Despegan desde el aeropuerto de Noáin y cada día realizan diferentes intervenciones. Por ejemplo, eventos multitudinarios como puede ser el Chupinazo, la corrida de toros o concentraciones con miles de personas involucradas.
"Salimos por la mañana y por la tarde y nos coordinamos con la Jefatura Superior de Policía y con los Servicios de Información y Seguridad para apoyar a las unidades en tierra", detalla el inspector Ayala. También apoyan, por ejemplo, desde el aire en los controles de acceso y salida de la ciudad.
Para los tres agentes encargados de la seguridad desde el aire es la primera vez en San Fermín y se han quedado asombrados con la cantidad de gente que se concentra. "Estamos impresionados con la capacidad de absorber turistas la ciudad".
Ataviados con sus trajes característicos de pilotos, antes de comenzar el vuelo realizan el chequeo de seguridad del helicóptero. En España, a penas cuentan con una veintena de ellos y el inspector Ayala es el encargado de toda la zona Norte.
En el aire, los tres agentes se comunican internamente a través de unos cascos aislantes. Dos de ellos se encuentran en la zona de delante mientras que en la parte de atrás un agente se encarga de la cámara del helicóptero. También, están en constante comunicación con la emisora del 091 y con el centro de coordinación.
Un tercer agente vigila a través de una cámara los movimientos en las calles. Con mucha nitidez, pueden ver imágenes y saber exactamente qué esta pasando en todo momento. Esa cámara se maneja con un tipo de consola aparentemente compleja. Los dos pilotos también pueden ver esas imágenes.
Durante el vuelo, la velocidad impresiona y en cuestión de segundos el helicóptero puede atravesar al completo avenidas como la de Carlos III. También, puede acercarse mucho y ver con los propios ojos detalles como los toros en los Corrales del Gas o las barracas de Pamplona en pleno funcionamiento.
