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SOCIEDAD

Alerta de estafa en Navarra: el 'pufo' de la caldera de gas que podría afectarte

La Asociación de Consumidores Irache ha advertido sobre los abusos que están sufriendo algunas personas con los servicios de mantenimiento de la caldera de gas.

Ripagaina. IÑIGO ALZUGARAY
Imagen de archivo de un bloque de viviendas en Pamplona. IÑIGO ALZUGARAY

La Asociación de Consumidores Irache ha advertido sobre los abusos que están sufriendo algunas personas con los servicios de mantenimiento de la caldera de gas, ya que las empresas facturan servicios anuales o hacen reparaciones sin justificación que suponen pagos de cientos de euros para los clientes.

Uno de los problemas más repetidos, explica Irache en un comunicado, son las reparaciones defectuosas o con un coste desproporcionado.

Así, se han recibido en Irache varios casos de personas a las que se les ha averiado la caldera y han llamado al servicio de mantenimiento que tenían con su suministradora de gas. Los técnicos que acuden les dicen que, como la caldera tiene más de diez años y con los problemas que presenta, hay que comprar una nueva.

Dado que una caldera, según modelos, puede suponer un coste superior a los 1.000 euros, los consumidores prefieren consultar con el fabricante de la caldera. Al llegar el servicio técnico, estos les explican que solo es una pequeña avería, por cuya reparación les han cobrado menos de 120 euros, importe que se ha reclamado al servicio de mantenimiento.

En otras ocasiones, afirma la asociación, ha pasado incluso que una caldera que funciona bien se estropea precisamente a partir de una actuación negligente en la revisión anual del servicio técnico. Como consecuencia de los trabajos defectuosos, algunas familias han estado casi un mes sin agua caliente en pleno febrero. Finalmente, la comercializadora ha pagado al consumidor más de 800 euros como compensación.

También se han dado casos de reparaciones repetidas e ineficaces, tras las que la caldera ha seguido sin funcionar y que finalmente se han solucionado con la visita de los técnicos del fabricante de la caldera. En algunos casos se ha conseguido que se devuelva al consumidor más de 400 euros por estos trabajos deficientes.

Otro caso reiterado en Irache ha sido el cobro desproporcionado de piezas. El técnico acude a la vivienda y cambia una pieza por la que cobra 80 euros. Extrañado, el consumidor acude a un comercio para preguntar por esa pieza y se la ofrecen por 15 euros.

También ha habido quejas por el tiempo de reparación, que en algún caso se ha considerado excesivo para la naturaleza del arreglo.

Muchas personas han acudido a Irache porque querían cambiarse de compañía de gas al considerar que estaban pagando demasiado y vieron otra oferta mejor. Cuando han comunicado a su actual compañía que querían darse de baja, esta ha usado el servicio de mantenimiento como argumento disuasorio para que siguieran con ellos y les ha dicho que, si se van, les cobrarán más de cien euros por este servicio contratado.

Aunque la ley obliga a rescindir los servicios adicionales cuando se da de baja el suministro, como sería el caso, se siguen dando irregularidades con esta cuestión, según Irache.

Es muy habitual que las compañías, cuando el cliente se va a otra, le liquiden todo lo que queda por pagar del servicio anual de mantenimiento, importes que pueden acercarse a los 140 euros. Otras veces, sin decirles nada, siguen cobrando mes a mes hasta acabar la anualidad y, se dan los casos en los que los consumidores ven que en un determinado momento están pagando a dos empresas distintas por este mismo servicio.

Aunque, en principio, los servicios vinculados sólo se comercializan en los contratos del mercado libre, también han llegado a Irache algunos clientes que, al pasarse del mercado libre a la tarifa regulada, les han incluido el mantenimiento de la caldera y el coste correspondiente.

Irache recuerda además que, desde 2013, los consumidores tienen que llevar a cabo la revisión de la caldera de gas natural cada dos años (antes la obligación era anual). Sin embargo, hay empresas o servicios de mantenimiento que siguen incluyendo y facturando la revisión cada año, dando a entender que es necesaria o que incluso, de no hacerse, puede ser un problema con el seguro si sucede un siniestro. El coste de una revisión, si no va incluida en el servicio de mantenimiento, puede rondar los 100 euros.

En cualquier caso, destaca, no hay que confundir la revisión de la caldera con la inspección de las instalaciones de gas, que la distribuidora debe asegurarse de que se hace cada cinco años, y que también corre a cuenta del consumidor en su factura de gas.

Irache aconseja que, tras cualquier revisión o reparación que se haga en la caldera de gas, ya sea bajo pago o incluida en el servicio de mantenimiento, es importante pedir el parte de trabajo donde se indique en qué ha consistido la intervención para, si luego surgen problemas, poder documentarlo y, si es preciso, reclamar


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