Numerosas localidades navarras miran al cielo en este Viernes Santo para confirmar si esta tarde podrán celebrar las tradicionales procesiones que todos los años acogen sus calles, una incertidumbre a la que las previsiones dejan poco margen de opción al anunciar chubascos generalizados especialmente intensos por la tarde.
La procesión del Santo Entierro, en Pamplona, es la que por número moviliza a más personas, más de 2.000 en el caso de los participantes como porteadores, figurantes y organizadores, y muchos miles más como espectadores a su paso por las calles de la ciudad.
Organizada por la Hermandad de la Pasión, todo está preparado para la salida a las 19.30 horas desde los locales de la Hermandad en la Calle Dormitalería, aunque si se cumplen las previsiones de persistente lluvia, se celebrará como alternativa un Vía Crucis por las naves de la Catedral.
En cualquiera de los dos casos, aunque a diferente hora según se celebre la procesión o no, tendrá lugar el 'retorno de la Dolorosa', un acto más íntimo y especialmente querido por los pamploneses, que acompañan a esta imagen de la Virgen enlutada desde la Catedral hasta la parroquia de San Lorenzo, su sede durante el año excepto en Semana Santa.
También hoy, en este caso en Corella, habitualmente tiene lugar la procesión de Viernes Santo, un desfile barroco del siglo XVIII que en 1967 fue declarado de Interés Turístico por ser uno de los 50 más característicos y originales de España.
Esta procesión es un resumen de la Biblia, y en ella se encuentran desde representaciones vivientes de personajes bíblicos, como Jacob, Isaac, San José, Judith, Ruth o Salomón, a otros como las virtudes teologales que no aparecen en la Biblia.
También hay pasos procesionales, algunos de ellos de gran calidad artística, en los que se representa la pasión y la muerte de Jesús.
Y esta visión bíblica, representada cronológicamente, es la que adopta la mayoría de las procesiones que se organizan en Navarra, que además se organizan sobre todo en este Viernes Santo, y que a pocas horas de su inicio penden de la lluvia que ha caído durante toda la mañana en la Ribera, Zona Media y Pamplona y su comarca, además del norte.
Con todo ello, en Andosilla, aunque con paraguas abiertos por parte del público, sí ha tenido lugar el conocido Vía Crucis viviente, la representación de los últimos momentos de la vida de Jesucristo con las 14 estaciones ubicadas en diferentes emplazamientos del casco antiguo de la localidad.
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