Hace tres semanas que las cocinas hospitalarias pasaron a la gestión pública y dejaron 'en la calle' y sin derecho a paro a más de 100 trabajadores de Mediterránea de Catering.
El sindicato LAB ha denunciado la "insostenible" la situación en que se encuentran los trabajadores de las cocinas del Complejo Hospitalario de Navarra y que esta mañana de jueves ya han 'celebrado' su primera concentración concentración.
Transcurridas tres semanas de la reversión de gestión de las cocinas al sistema público, LAB sostiene que "la incapacidad de las jefaturas implicadas, tanto para dimensionar la plantilla, como para organizarla y dotarla de medios materiales y medidas de prevención de riesgos, es evidente".
Y asegura que los principales problemas, como "falta de personal y de organización, y carencias en materia de seguridad laboral", no son en el área de emplatado y distribución, "sino en la producción", lo que "no tiene justificación" cuando "se supone que llevan 10 meses preparando" su reversión.
Para LAB los problemas citados han provocado que la plantilla "prolongue dos, tres y hasta cinco horas sus jornadas diarias, que se hayan rechazado contratos ya iniciados y que se produzca un índice de bajas alarmante".
Añade asimismo que el "más que lamentable" estado en el que la empresa Mediterránea de Catering ha dejado instalaciones y equipamientos, "con suciedad" y "desperfectos por los que debería responder", es "la guinda a su desastrosa e inaceptable gestión" y lo que "hace aún más penosas las condiciones de trabajo de la actual plantilla de las cocinas".
Y asegura que lo todo lo que está sucediendo en este servicio "no es fruto de la lógica fase de adaptación al comenzar la nueva gestión pública, es consecuencia de la incapacidad organizativa de de los responsables a los que se asignó la preparación de la reversión hace casi un año" y que "deberían responder de la caótica situación que vivimos".
En este sentido LAB subraya que la reversión de las cocinas "ha supuesto un avance en la defensa del sistema público de salud" y la calidad de las comidas "ha mejorado de un modo evidente y contrastable", pero unas "cocinas públicas de calidad" requieren no solo producto sino una adecuada gestión de recursos humanos y materiales.
